El fracaso cultural del franquismo
Al ganar la guerra contra la revolución y el separatismo, los vencedores se propusieron elaborar un fundamento intelectual del nuevo régimen que demostrase su superioridad sobre el liberalismo y el comunismo; y al mismo tiempo impulsar una cultura nueva, contra la intensa denigración y falsificación de la historia de España realizada por izquierdas, separatistas y regneracionistas. Contra los “gárrulos sofistas”, como los llamó Menéndez Pelayo.
La cultura española debía tomar nuevos rumbos, una renacida creatividad que enraizase en el Siglo de Oro y tuviese proyección mundial (así concebían muchos la idea de “imperio”, tan invocada por entonces). El balance de ambas aspiraciones, visto en perspectiva, es más bien de fracaso. Como señaló Serrano Súñer, el Instituto de Estudios Políticos, creado para dar fundamentación intelectual al régimen, no llegó a cumplir su misión, aunque entre tanto produjo bastantes obras valiosas. Y con el empeño cultural ocurrió algo semejante. Lo cual contrasta fuertemente con el extrordinario éxito del franquismo en los terrenos político y militar, en los cuales derrotó una y otra vez a todos sus peligrosos enemigos; así como en el económico, sin comparación con antes o después.
La cuestión cultural tiene especial relevancia, y al mencionar su fracaso no me refiero a la situación general. Desde luego, en aquellos años el analfabetismo fue desapareciendo, se generalizó la enseñanza primaria, la eneseñanza media y universitaria creció –ya en los años 40– muy por encima de la república, particularmente en el acceso femenino a las dos últimas. También puede sostenerse razonablemente que el pensamiento, la literatura, la música y otras manifestaciones artísticas, superaban cualitativamente a las actuales. Los antifranquistas –que nunca fueron demócratas—han solido recrearse en la idea de un imaginario “páramo cultural” de aquella época, cuando bien cabría adjudicar la expresión a la actualidad.
El fracaso aludido se ciñe a la creación de una cultura nueva sobre los valores más defendidos por el régimen: tradición y catolicismo (también monarquía). Menéndez Pelayo, uno de los intelectuales españoles más importantes y de mayor proyección exterior, sirvió de orientación general. Pero si bien su crítica histórica tenía gran valor, sus remedios resultaban más dudosos. Es una evidencia parcial que, en su edad heroica, España fue (entre bastantes cosas más) evangelizadora de la mitad del orbe, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…. Hasta puede decirse que ésa es nuestra grandeza, aunque no exclusiva. Ya suena más improbable que nuestra unidad dependiera de ello, porque imaginar en el siglo XX una labor evangelizadora semejante, ligada a la potencia militar y la colonización, resultaba más que irreal, inverosímil. Si bien cabe ensalzar aquellos hechos y encontrar en ellos inspiración, no es cierto que sin ellos España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vettones o de los reyes de taifas.
La unidad íntima y estricta entre España y el catolicismo no corresponde a la realidad, y por cierto, es una idea poco cristiana: “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. España fue forjada culturalmente por la Roma pagana, y políticamente por el arriano Leovigildo. Y toda Europa, no solo España, fue cristiana, al menos hasta hace poco, y católica la parte occidental hasta la escisión de Lutero. Francia, considerada hija predilecta de Roma (la sede del Papado, no la Roma antigua), guerreó abundantemente contra España; y la Iglesia pesó mucho para asegurar la secesión de Portugal impidiendocompletar la reconstrucción después de la invasión islámica. Como ha pesado en los separatismos del siglo XX. Sin contar que España no fue católica y monárquica solo en su época de esplendor, también en su profunda decadencia, cuando la aversión a las novedades anquilosó al país y a la misma Iglesia. Y en el franquismo, declarado estado católico, la Iglesia fue un factor importante, desde los años 60, en el renacimiento de los separatismos. No existe, pues, tal dependencia inexcusable entre unidad española y catolicismo, algo además difícil de sostener en el mundo de hoy. Ni siquiera la Iglesia lo sostiene.
Los retos del siglo XX eran otros. Podían ser abordados, y quizá debieran serlo, desde la (difícil) recuperación del espíritu de la mejor época del país, pero una cosa es desearlo y otra cumplirlo porque, al parecer, el espíritu sopla donde quiere. Hubo una cultura propiamente franquista nada desdeñable, en los años 40 sobre todo, como la poesía y narrativa falangista o la propiciada por el Opus Dei desde el CSIC, por ejemplo. Pero el régimen, nada totalitario, permitió desde el primer momento otras corrientes ajenas a los ideales del régimen, como reseña Julián Marías.
En 1944 ganó el primer Premio Nadal la novela de Carmen Laforet Nada que, desde luego, no liga con los cánones oficiales de la época; por no hablar de Cela, por poner dos casos relevantes En cambio el impulso inicial propiamente franquista fue anquilosándose en esquemas explicativos simples, cuando no paranoicos, en los que la masonería o el sionismo representaban el mal absoluto escondido tras los desastres del mundo. Según Laín Entralgo, la vida intelectual en aquel régimen fue floreciente, pero se embrollaba al ensalzarla como opuesta al francuismo. Lo rechazaban muchos, a menudo provenientes de la Falange u otros sectores del régimen; pero otros muchos se situaban simplemente al margen de él, y bastantes continuaban con su fervor inicial. Y aquí encontramos dos verdades: el franquismo apenas obstaculizó a los escritores e intelectuales ajenos e incluso contrarios a su pensamiento y deseos: los permitió e incluso facilitó en el cine, la literatura y otras actividades. Y por otra parte, según el franquismo se liberalizaba, numerosos intelectuales y literatos se orientaban hacia ideologías totalitarias. Aquel fracaso, por ello, no deja de tener cierta grandeza paradójica, y el antifranquismo terminaría dejando tra sí una estela de esterilidad, sobre todo desde la transición.
¡¡Había sido que en época franquista hubo todo un Renacimiento cultural! ¡Y yo no lo sabía!!!. Claro, mientras la cinematografía española producía “joyas” como “La violetera” y “El último cuplé”, y en la música aparecían Raphael, Julio Iglesias y la Jurado, que le ganaban de lejos en talento a ese tal de Pavarotti, en países “periféricos” como Italia (que sí decidió matar al fascismo), florecía el Neorrealismo con obras como”Roma, cittá aperta”, “Dos mujeres” (La ciocciara”), y “Ladrón de bibicletas”; en Francia el exiliado Buñuel y la “nouvelle vague” producían obras maestras; en Suecia el genio Ingmar Bergman rodaba “La… Leer más »
Con el camino que llevas terminaras tirada en alguna cuneta por tus propias amigas “progres”, muerta de una sobredosis de “popper” y con las bragas atadas al pescuezo. Lo mas divertido de todo es que Alerta Digital publicara la noticia y algunos que no sentimos la mas minima empatia por la gentuza como tu nos partiremos de la risa mirando la foto del cuadro. Despues un banquete gusanero y el olvido. Tu paso por el planeta habra sido tan irrelevante como un pedo de rata de agua ahita de comer ranas.
Para tu disgusto, Dalí era Joseantoniano, bastante franquista e incluso sentía una atracción enigmática hacia Hitler, de hecho en los años 20-30 se escabulló de los marchantes judíos y fue marginado por los autores de arte degenerado del ambiente parisino(movimientos promovidos y potenciados, sobre todo , por judíos) Durante el franquismo se hicieron películas muy buenas y auténticos referentes del cine español clásico como”Surcos”, “El Inquilino”,”La gran familia” o”Plácido” entre otras. A tu mente progre-burguesa, es normal que una “película” como Surcos no le diga gran cosa, pero a los verdaderos cinéfilos(que no se guían por ideología) esa y otras… Leer más »
Nota del moderador: Disculpe, pero la destinataria de su mensaje tiene prohibida su entrada en este foro. Gracias a usted pude darme cuenta de que se nos había colado uno de sus vómitos. Si ve algún otro mensaje de la pájara, le ruego nos lo haga saber. Sabemos de ella que está bajo tratamiento psiquiátrico en un país de Sudamérica.
Al régimen de Franco le faltaba de política lo que le sobraba de religión. Se nota que Franco no era político, sino militar. Menos catolicismo y más fascismo habrían venido muy bien a España. Menos Biblia y más Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas. Menos catecismo y más Mi Lucha. Ciertamente, y como se suele decir, una de las pocas cosas reprochables al régimen de Franco es no haber sabido adoctrinar debidamente a su población. A finales del franquismo, había demasiados desgraciados chachi progres chupi guays (hippies, mayo del ’68 y demás), y lo digo porque he tenido… Leer más »
Que conste, por cierto, que soy católico, y que admiro a Francisco Franco.
Por cierto, sé que en el franquismo, por lo menos, hasta los años 1940′, en la educación se explicaba que la especie humana tenía una serie de razas. ¿Alguien sabe si después de esa década se siguió enseñando ese crucial dato?
El “páramo” dio como resultado: Delibes, Laforet, Cela, Miguel Mihura,Jardiel Poncela, Alfonso Paso, Rafael Sánchez Ferlosio, Rafael García Serrano, Ana María Matute,Aquilino Duque, Angel Palomino y muchos más etcétera; vamos, igualito que ahora que hasta la insulsa de Nieves Herrero “escribe”novelas uff.
terenci moix y jaime gil de viedma también.
No se puede hablar de fracaso del franquismo, el franquismo fue lo que fue. Un régimen que nace a partir de una parte del ejército (para evitar la bolchevización y para frenar a los separatistas) lo único que puede hacer es ganar tiempo, para restablecer el orden y conseguido esto transitar a otra situación de mayor “normalidad”, tanto hacia el interior como internacionalmente (esto es lo que siempre se ha entendido por dictadura, no lo que quiere entender la mentalidad postmoderna al identificarla con tiranía pura y simple). Si el contexto mundial en 1975 hubiera sido diferente a la ideología… Leer más »
Es el fracaso de toda una sociedad, no sólo del franquismo. Para fracaso cultural el de la chusmocracia actual. A ver, ¿cuáles son los grandes logros culturales de los últimos 30 años? ¿La movida madrileña quizá? Estamos viviendo las etapa más estéril que jamás se conoció en este país en muchos ámbitos. El problema es el declive cognitivo de la población en general que permite la substitución de la cultura digna de tal nombre o de alguna consideración por algo que se le puede parecer de lejos con sus celebridades culturales, los premios amañados por facciones, la mercadotecnia cultural y… Leer más »
Añado los múltiples “palacios” de la cultura dedicados al cubo de la fregona como obra más representativa, sumideros de recursos públicos y trasiego de comisiones para el cacique de turno, que justifica su fortuna en herencias nunca investigadas por Hacienda. Y tan frescos. Y esos bancos de hormigón y esas casas horteras que rompen la armonía artística de pueblos antaño bellos, cuyos alcaldes tienen la indecencia de catalogar como patrimonio artístico cuando son los culpables de tales tropelías contra la arquitectura de nuestros antepasados. Esas horribles Iglesias modernas que parecen piscinas o templos masónicos, al gusto de cada cual. La… Leer más »
Muy cierto y oportuno.
De fracaso cultural del franquismo nada .. no estoy de acuerdo, un ejemplo: Cela, premio Nobel de Literatura, en cuanto lo consiguio empezaron los ataques y las censuras .. hoy no se oye sobre sus obras, otro caso el peruano/español que tambien logro otro Nobel algo despues, en principio todo fueron parabienes y felicitaciones hasta que comento algo sobre izquierdas y derechas (que habia sido de izquierdas hasta que vio su realidad y su verdad), justo a partir de ese momento le aplicaron el mismo metodo que a Cela … y como estos la inmensa mayoria de autores; si eres… Leer más »
“8ª potencia mundial, les guste a los ppros o a los suciatas … ” = 8ª potencia mundial, les guste a los ppros o a los suciatas … o no,
En teoría este régimen debería servir a todos, no solamente a la izquierda. Yo creo que los poderes actuales plantean la democracia como el contrapunto a una dictadura de la derecha, y que la derecha no puede ser sino antidemocrática. El contrapunto natural debería ser una dictadura de la izquierda, que fue lo que Franco quiso evitar, que además previó que una democracia no podría funcionar, como efectivamente estamos viendo, no al menos en España y con esta gentuza. Y a mí, en definitiva, me da igual, porque la realidad es que, sin poder elegir al Jefe de Estado por… Leer más »