BD.- Señora, señor: Siempre habéis querido tener un hijo, y vuestra mayor tristeza es no poder procrear. Pero tampoco queréis adoptar un negrito de semen desconocido o un pequeño camboyano encontrado en el arroyo. Ya tenéis gato, perro y una pareja de agapornis que saben decir “Pipa pa lorito” y “Hola caracola”. Pero queréis más: un pequeño mamífero de dos patas de la especie homo sapiens, pero de apariencia, olor y textura humanas.

Tengo noticias tranquilizadoras que calmarán esas ansias de paternidad que os devoran, sin sentido ni razón, por cierto. No tengo los medios de procuraros ese pequeño ser tan deseado que os desvela más allá de lo razonable. En cambio tengo la posibilidad de consolaros de esa ausencia. No hablo de ese niño idealizado, de ese maravilloso bebé de rizos dorados y pequeñas manos regordetas cuya fotografía adorna la cómoda del dormitorio hasta la triste vejez de sus padres, abandonados por éste en alguna residencia a la que no se acerca nunca.

Hablo del niño real, verdadero, de carne y hueso, piercings y tatuajes, de ese del que os deberéis ocupar cada día que Dios os da en la esperanza de llevaros al suicidio, ese ser infame, idiota, malo, irresponsable, egoísta a más no poder, grosero, brutal, ruidoso, vulgar y perezoso, que parece no existir más que para exigiros más y más, cuando ya le daís todo. Es sucio, es feo, es analfabeto, es torpe, se viste como un vagabundo, fuma hierba en la cama, posiblemente esnife polvos ilegales, no limpia nunca el cuarto de baño, vive pegado a su telefóno móvil todas las horas que no duerme, bebe coca-cola sin parar, eructa delante de todos sin taparse la boca, se mete los dedos en la nariz buscando petróleo, tiene las orejas agujereadas como un colador y trozos de metal por todas partes. Hablo de ese zángano que nunca vuelve a horas normales y a veces no vuelve, que se trae a casa a sus amiguitas, unas zorras tan vulgares o más que él, que ni siquiera saludan y se encierran en su cuarto a cal y canto.

Este energúmeno miente (muy mal) sin ninguna medida ni vergüenza, roba en casa lo que puede sin remordimientos, y este inútil se permite dar lecciones de moral y presumir de principios y valores, de pontificar sobre cualquier tema humano y divino con la imbécil altanería del que no sabe hacer la O con un canuto y nunca ha dado un palo al agua, y al que se le da todo incluso antes de que lo haya pedido sin que se digne nunca en mostrarse agradecido, ya que se cree que el mundo se lo debe.

Quizás os sentiréis a pesar de todo dispuestos a perdonarle todo a esta criatura de vuestras entrañas parido después de los dolores debido a vuestra gran bondad natural, a los estúpidos sentimientos paternales y a vuestra educación cristiana que tolera a estos monstruos. No puedo culparos por tener esos instintos. ¡Pero he aquí que este adorable jovencito se ha descubierto una pasión, y se le ha metido en la mollera que es un “artista”, que está poseído por las Musas y el Genio respira por todos sus poros! Estoy seguro que cuando veáis lo que eso genera, os daréis cuenta de qué desgracia os habréis librado, vosotros que suspiráis por el hijo de vuestras más delirantes fantasías. Ningún padre ni ninguna madre quisieran nunca llegar a asesinar a su propio hijo. Y sin embargo, eso es lo que haríais, sin premeditarlo ni planificarlo siquiera, si tuvieráis que soportar lo que sigue: (Pinche para ver el video)