Catalunya Banc y Novagalicia Banco no han dejado de recibir dinero público desde su creación y la factura de ayudas que acumulan es ya mayor que la de Bankia, a pesar de que el tamaño de esta última entidad es muy superior a la suma de las otras dos.

Sólo Catalunya Banc, fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, recibió 1.250 millones de euros en el momento de su creación, a los que sumó una inyección de capital de 1.718 millones y posteriormente otra de 9.084 millones de fondos europeos.

Es decir, 12.052 millones, que se elevan a 13.052,9 millones al incluir la aportación de 1.000,9 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) anunciada el jueves para dar liquidez a los clientes del grupo con participaciones preferentes y deuda subordinada.

Caixa Galicia y Caixanova pidieron 1.162 millones para fusionarse y dar origen a lo que luego sería Novagalicia, un grupo que más tarde necesitó una primera inyección de 2.465 millones y una segunda de 5.425 millones.

Las tres partidas suman 9.052 millones, pero la factura llega a los 9.853,7 millones porque el grupo gallego también ha necesitado 801,7 millones del FGD, que se nutre de las aportaciones de la banca, para pagar a los clientes a los clientes con productos “híbridos”.

Por tanto, teniendo en cuenta los 13.052,9 millones de Catalunya Banc y los 9.853,7 millones de Novagalicia, las dos entidades cuyo futuro sigue siendo un misterio acumulan 22.906,6 millones en ayudas, por encima de los 22.424 millones que recibió Bankia, con un tamaño superior.

De hecho, si las ayudas recibidas hasta el momento por Catalunya Banc y Novagalicia se ven en proporción a los activos de cada grupo, la catalana, con 72.839,8 millones ha recibido ayudas equivalentes a un 17,9 % y la gallega, con 59,791,9 millones, a un 16,4 %. O sea, las dos juntas una media del 17,2 %.

En Bankia, incluyendo su matriz BFA, el soporte público se queda en el 7,5 % de los activos que, a cierre de marzo, sumaban 298.471 millones.