El número de matrimonios ha descendido en las últimas dos décadas. En 1990 se celebraron 229.533 enlaces, mientras que en 2012 la cifra se situó en los 168.835, según el análisis de los comportamientos socioeconómicos de las familias en España presentado este miércoles en el Ministerio de Sanidad. Este estudio también muestra el cambio producido en la forma de contraer matrimonio. Si en el año 2000 solo el 24,14% de los ‘sí quiero’ se producían por lo civil, en 2011 ya suponían el 59,89% del total.

Por otra parte, el número de divorcios se ha incrementado a partir de la última reforma de 2005 y han pasado de 70.000 ese año a 120.000 en 2012. La mayor parte de los divorcios se produce después de 20 años de convivencia y el 57% se produce en parejas con hijos menores de edad. Ese estudio también muestra cómo la maternidad se ha desvinculado del matrimonio en los últimos años de manera que los nacimientos de mujeres no casadas representaban en 2011 el 37,35%.

La mayoría de los hogares están formados por una pareja sin hijos, seguido de aquellos con un hijo. Las parejas monoparentales y con un hijo a su cargo representan el 7,78% del total, según el estudio. “Estas familias, al tener una única fuente de ingresos, son más vulnerables a la situación económica actual”, ha asegurado la coordinadora del estudio, María Teresa López.

La crisis ha hecho mella en los hogares españoles, que han visto cómo la renta media anual descendía de 26.500 euros en 2008 a 24.609 en 2011. La principal fuente de ingresos de los hogares (47,51%) es el trabajo por cuenta ajena, aunque un 40% obtienen los ingresos de pensiones y subsidios por desempleo. Sin embargo, 600.000 hogares no tenían ningún tipo de ingresos al haber agotado las prestaciones por desempleo. Además, el 20,84% de los hogares tienen al menos a la mitad de sus miembros en paro y el 10,67% a todos sus miembros desempleados. Las familias dedican la mayor parte de sus ingresos en el pago de la vivienda, agua y electricidad.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha destacado el valor de la familia como “garantía de vertebración y cohesión social”. “La familia es la red más importante para evitar la exclusión social”, ha asegurado Mato, que ha adelantado la próxima aprobación de un Plan Integral de Apoyo a la Familia en el que, por ejemplo, las familias numerosas no perderán esa condición hasta que el último de sus hijos finalice los estudios.