El separatismo se nutre cada vez más de “nous catalans”.

NS.- La reciente detención y propuesta de expulsión del ciudadano marroquí Noureddine Ziani, por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que apunta a Ziani como “un colaborador muy relevante de un servicio de inteligencia extranjero desde el año 2000”, en alusión a la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED) de Marruecos, ha puesto al descubierto los planes ocultos de Artur Mas y CiU para lograrse mantener en el poder en Cataluña con el proyecto de obtener a través suyo el voto de los 112.000 magrebíes ilegales que están controlados desde las mezquitas catalanas.

Al parecer, Ziani estuvo trabajando para Cataluña y Marruecos a la vez. Ha predicado el soberanismo entre los inmigrantes, sobre todo los musulmanes y a veces en esas mezquitas que el Departamento de Interior de la Generalitat dijo querer despolitizar.

Ziani ha sido “un colaborador muy relevante” de la DGED marroquí hasta el punto de poner “en riesgo la seguridad del Estado” español. Era tan importante que, a veces, recibía “mandatos expresos” directos, saltándose la jerarquía, de la cúpula del servicio que dirige Yassin Mansouri desde Rabat.

Noureddine Ziani, presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña(UCCIC) y director del Espacio Catalano-Marroquí de la Fundació Nous Catalans -agrupación de inmigración de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que preside por Àngel Colom- recibió una orden de expulsión de España por parte de la Policía Nacional por ‘amenazar la seguridad nacional’, favorecer ‘la difusión de ideologías extremistas religiosas’ y ‘comprometer las relaciones de España con otros países’.

En la comunidad musulmana de Barcelona Ziani fue considerado durante años como un personaje muy afín al Consulado de Marruecos cuya pequeña asociación islámica caritativa recibía generosas subvenciones del Estado marroquí. Se distanció de él cuando CiU le fichó y apostó por la independencia de Cataluña, algo que en este momento no agrada a Rabat porque puede servir de ejemplo para el Sáhara.

Esta noticia no es más que otro episodio que se remonta a la época del auge del ladrillo a fines del 90 cuando Jordi Pujol con Angel Colom, junto a otros proceres de CiU viajaban a menudo a ciudades marroquíes para lograr acuerdos para contratar inmigrantes de este país al más moldeables para su proyecto soberanista ofreciéndoles trabajo y la nacionalidad española, al mismo tiempo que desechaba la entrada de otros desde Hispoamerica, más complicados de manejar según él, por su conocimiento del idioma español.

Todo ello es ahora la causa de las grandes concentraciones de musulmanes en las ciudades catalanes del cinturón de Barcelona de tal manera que los Servicios Secretos norteamericanos y la Interpol están advirtiendo constantemente sobre la existencia de varias células de Al Qeda prestas para atentar en cualquier lugar de Europa, dadas la facilidades de movimiento de sus miembros en Cataluña.