Esther Williams se labró una carrera en Hollywood gracias a su talento deportivo.

Esther Williams (1921, Los Ángeles), la nadadora que se labró una carrera en Hollywood gracias a su talento deportivo, acaba de morir a los 91 años de edad en Beverly Hills, California, según ha señalado su publicista y portavoz, Harlem Boll.

Campeona de natación juvenil, iba a participar en 1940 en los Juegos Olímpicos de Helsinki, que finalmente fueron suspendidos por la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando encaminó sus esfuerzos hacia el mundo del espectáculo y comenzó a realizar actuaciones con otro nadador, conocido tanto por sus éxitos olímpicos como por sus películas de Tarzán, el gran Johnny Wissmüller, con quien puso en marcha obras como ‘Billy Rose Aquacade’. Estos trabajos y sus incursiones en la pasarela llamaron la atención a la Metro Goldwyn Mayer, que rápidamente la incorporó a su nómina de artistas.

Pronto empezó a ser conocida como ‘la sirena de Hollywood y América’. Protagonista de clásicos como ‘Ziegfeld Follies’ (1945), ‘La hija de Neptuno’ (1949) o ‘Take Me Out to the Ball Game’ (1949), debutó en el cine en 1942 pero la fama le llegó dos años más tarde con ‘Escuela de sirenas’. Su popularidad creció tanto que se hizo un subgénero dentro de los musicales a su medida: el musical acuático. Conquistó al público con su actuación en títulos como ‘La primera sirena’ (1952) o ‘Dangerous When Wet’ (1953) a principios de la década de los 50. A mediados de esta década comenzó a perder popularidad y rompió su contrato cola Metro.

Ya como actriz independiente, participó en películas como ‘Sombras de la noche’, ‘Momento inesperado’ o ‘El gran espectáculo’. Estuvo casada en cuatro ocasiones: con Edward Bell, Leonard Kovner, el cantante y actor Ben Gage, y el actor y director argentino Fernando Lamas.