Aficionados radicales del Celta de Vigo.

Pocos lectores de AD llorarán el descenso del Celta a Segunda. Los vigueses tienen lo que merecen por ser el único equipo que veta a trabajadores españoles por sus sentimientos patrióticos. Abel Resino, un miserable de los pies a la cabeza, merece correr la misma suerte que el Celta y engrosar las listas del paro por tiempo indefinido. La mediocridad a veces se paga. La traición y la deslealtad, casi siempre y no hay ejemplo peor de lo uno ni de lo otro que el del excancerbero atlético con el corajudo Salva Ballesta, devoto de Alerta Digital, según él mismo reconoció en una reciente entrevista en ‘La Ratonera’.

Como se sabe, la directiva del Celta desechó la contratación de Ballesta como segundo entrenador debido a sus ideales patrióticos. En uno de los casos más indignos que se recuerdan dentro del fútbol español, Abel Resino decidió desligarse entonces de su compromiso con el exPichichi de la Liga española. Su execrable gesto, como el de la entidad celeste, nos trae a la memoria una de las frases más célebres de Churchil, que modificamos para la ocasión: “Os dieron a elegir entre el deshonor y el éxito deportivo… elegisteis el deshonor y bajaréis a Segunda”.

El Celta ya se siente equipo de Segunda. Y nosotros que lo celebramos. Es cierto que sólo está a tres puntos del Zaragoza, cuadro que marca la frontera de la salvación, pero es que los gallegos disputarán sólo dos encuentros porque se adelantó su duelo contra el Atlético por la Copa. Así que los gallegos se agarran a un milagro tras caer ante un Betis, que mantiene sus aspiraciones europeas.

El Betis dio la puntilla a los gallegos

La puntilla al Celta se la dio el Real Betis este domingo en el estadio Benito Villamarín en uno de los partidos pertenecientes a trigésimo quinta jornada de la Liga BBVA, donde los locales llevaron la batuta durante todo el partido para seguir en puestos de Europa League.

Los de Pepe Mel salieron al campo con la intención de sumar los puntos para sellar su permanencia en puestos de Europa, aprovechando el pinchazo del Getafe que cayó (1-0) ante Osasuna. Por ello, apretaron desde el primer momento. El Celta, con un partido más, necesita urgentemente salir del descenso, pero no proyectó la autoridad necesaria para plantarse ante el Betis.

Con el Celta sin poder pasar del centro del campo y los locales asediando al meta celtista, no tardaron en llegar las ocasiones. El colegiado anuló un gol de Castro por fuera de juego de Amaya y, cuatro minutos más tarde, anuló otro de Nosa, también por posición antirreglamentaria. Los de Abel Resino tuvieron que recomponerse. Cerraron bien abajo y apareció Iago Aspas que tuvo la más clara y provocó un paradón de Adrián.

La posesión estaba de parte de los béticos, pero no la efectividad. Tras el descanso, el encuentro se disputó sobre todo en el centro del campo, con alguna que otra ocasión para los locales. Un resbalón de Jonathan Vila hizo que le llegara el esférico a Rubén Castro que abrió el marcador para su equipo. A partir de aquí se vinieron arriba y la tuvo de nuevo el delantero bético pero la estrelló en el palo. Lago tuvo que abandonar el terreno de juego con una molestia muscular.

Los verdiblancos parecían conformarse y esto lo aprovechó el Celta para marcar, pero el árbitro consideró que Túñez estaba en fuera de juego y lo anuló, una jugada más que dudosa. El conjunto celeste lo intentó en los últimos minutos, sin éxito. De esta forma, el Betis, que no ganaba desde la jornada 30, lo consigue y planta cara en la zona de Europa League. Por su parte, el Celta necesitará un milagro para no jugar el año que viene en Segunda. Y esperemos que por muchos años.