Esclarecedora intervención en Alertadigital TV de Imran Firasat, pakistaní de nacimiento, musulmán de religión, en su país. Se enamora de una mujer Budista pero su relación está mirada con malos ojos, como algo pecaminoso, sufre persecución y amenazas hasta el punto de que Imran pagando a corruptos miembros de las propias autoridades, debe huir con su novia. Llega a España vía Alemania y aquí decide estudiar a fondo todas esas creencias que desde pequeño le obligaron a practicar. Imran denuncia que sin ser árabe deben rezar en árabe, sin una verdadera relación con Dios, sin entender lo que se reza, repitiendo los versículos. Imran ha escrito en medios, ha sido entrevistado en programas de radio. Imran denuncia el verdadero contenido del Corán, la práctica real de unas enseñanzas que nada tiene de religión, sino de adocenamiento de masas, de absoluta falta de respeto a la vida humana, de vejación de las mujeres, de prácticas de la violencia por puro mandato coránico. Imran está siendo ahora perseguido en España por poner de manifiesto que el islamismo no es una religión, que el Corán es un libro que llega a decir cosas tales como:

“Matadles donde los encontréis, pegad a las mujeres si teméis su desobediencia”.

El Corán obliga a actuar de forma violenta. Imran precisamente está en España como refugiado por hablar de la verdad del Islam, pero ahora le criminalizan por hablar de aquello. La policía le ha llegado a interrogar sobre sus apariciones y escritos sobre el Corán en AlertaDigital. Jamás ha tenido intención de provocar sino de enseñar, de ofrecer información, pero ahora, con el gobierno del PP –llegó hace 7 años durante el gobierno Zapatero-, su mujer y sus hijos –nacidos e España- han sido expulsados de España y él mismo está en situación de tener que volver de nuevo a Pakistán, donde su vida corre peligro. Es más, nos explica que para el islam primero es la religión, luego la familia. De hecho está considerado un infiel por su propia familia.

Imran manifiesta que se le ha pedido deje de hablar del islam, porque la comunidad musulmana se siente incómoda, eso es lo que dice un gobierno español, con muchos integrantes que se califican de católicos.

Ha perdido el estatuto de refugiado. El gobierno español tiene que enviarlo a un tercer país, pero el riesgo de tener que volver a Pakistán es cierto. El abogado de Imran y él mismo son optimistas con respecto a la justicia española. No se puede dejar desprotegido a un refugiado por los mismos motivos que le llevaron a ese estado. Por hablar, hacer crítica constructiva, de manera pública, con peticiones legales de las charlas, escritos y actividades que ha realizado sobre el islam, ahora resulta que son esas actividades denunciadas por la comunidad musulmana las que le llevan a perder su estado de refugiado. Se le considera que perturba a la los seguidores del islam y España le sanciona.

Precisamente tratándose de unas enseñanzas que cercenan en sus países toda libertad y más la de expresión, es absurdo e injusto, que en España, que en Europa, en países democráticos se pretenda callar a quienes ponen de manifiesto la verdad.

Nunca ha dicho que el musulmán sea malo, si no sus prácticas y se les debe de reeducar para que vean el mal que siguen.

El gobierno reparte miles de euros a mezquitas y asociaciones que llevan a la práctica el Corán en su sentido más estricto. Es el propio Corán el que les conmina a ser violentos. Es el Corán el que les dicta asesinar a los cristianos, a los judíos. Europa está perdiendo su esencia, debemos hacer algo para pararalo.

Imran opina que Mahoma era un violador y abusador de mujeres, iniciador de guerras, de violencia. No habla de Dios de temas espirituales, no es un profeta. Jesucristo enseña a amar, Mahoma enseña a perseguir a las mujeres, a abusar de ellas, a odiar al que no piensa igual.

El motivo más elocuente de haber perdido su estado de refugiado, fue el aviso de Imran de realizar una película sobre el islam, entonces el estado español, por denuncia que tramita una asociación musulmana de Madrid, le conmina a cesar en toda actividad que puede provocar violencia en España.
Imram es cristiano ahora, y la conferencia episcopal no le ha prestado ni ayuda, ni siquiera llamada o contacto. Él está dispuesto a dar su vida por sus creencias, por defender que la religión debe ser libertad, amor, y denunciar para reconducirlos, que el Corán incita al odio. Verdades que todos conocemos.

Imran no debe salir de España. Por la defensa de nuestra propia libertad, por la defensa de España y Europa.