Martín Etchevers.

La justicia salvó a Clarín la pasada semana. Un fallo judicial, contra reloj, impidió que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner desmantelara de inmediato el principal grupo de comunicación de Argentina. El caballo de batalla son dos artículos de la Ley de Medios Audiovisuales que Clarín impugnó hace tres años por considerarlos inconstitucionales.

La Cámara Civil y Comercial Federal, un tribunal de segunda instancia, 24 horas antes de que se cumpliera el ultimátum del Ejecutivo, prorrogó por tres meses una medida cautelar que le permite a Clarín no acatar los mencionados artículos mientras no haya sentencia sobre la constitucionalidad de los mismos. «La Cámara–asegura Martín Etchevers, Gerente de Comunicaciones Externas de Clarín- puso las cosas en su sitio porque el Gobierno había afirmado que intervendría de hecho en las empresas».

-¿Por qué Clarín no cumple la ley de medios?

-Clarín es el único grupo que la cumple. Son 166 artículos. De estos, hemos objetado dos en la Justicia porque los consideramos inconstitucionales: Violan derechos adquiridos en la concesión de licencias, la libertad de expresión y la igualdad ante la ley. El resto de los grupos de comunicación no los recurrió y debería cumplirlos pero no lo hacen. El Gobierno ha hecho la vista gorda y les ha prorrogados los plazos para hacerlos coincidir con los que la justicia le dio a Clarín.

-¿Por qué no presentan un plan de adecuación y dividen las empresas como han hecho otros grupos?

-Esa medida resta sustentabilidad a nuestros medios. Nosotros elegimos defender nuestros derechos. Recurrimos a las alternativas que la Constitución tiene previstas para cualquier ciudadano o empresa que se ve afectado en sus derechos. El resto de los grupos prefirió acordar con el Gobierno.

-Clarín dispone de 500 licencias audiovisuales de las cinco mil existentes en Argentina. El Gobierno afirma que eso es un «monopolio».

-En cada uno de los segmentos donde participamos competimos con más grupos que la media que hay en el mundo. Lo ilustro con un ejemplo, tenemos una señal de noticias de siete que hay en Argentina; un canal abierto analógico entre cinco canales y de 24 canales digitales no tenemos ninguno. Nos pertenecen siete radios de las doce mil que hay en Argentina. Esto está bastante lejos de ser un monopolio.

-¿Encuentra alguna similitud en Argentina con lo que hizo Hugo Chávez en Venezuela con RCTV y Globovisión?

-A RCTV (Radio Caracas Televisión) y a Globovisión les quitaron las licencias una vez que se habían vencido. El caso de Argentina es más grave porque no se trata de una renovación, se trata de retirar licencias que están en vigencia. Aplican con efecto retroactivo la ley. Eso es inconstitucional.

-¿Hay pluralidad de medios de comunicación en Argentina?

-El Gobierno controla más del 80 por ciento de las radio y canales de televisión. Lo hace en los medios estatales y en aquellos que son privados pero dependen de la publicidad oficial o de contratos con el Estado. Son empresarios con intereses en el sector energético, Obras Públicas o juegos de azar. Hoy, menos del 20 por ciento de los medios de Argentina, tienen la independencia suficiente para poder informar sin la tutela del poder político.

-Da la sensación de que el futuro de Argentina depende de esta Ley de Medios. La presidenta parece haber hecho una cuestión de Estado de esta medida y la imagen que transmite de Clarín es la de un enemigo del país.

-La sociedad no cree en esas consignas. Nuestros índices de audiencia tanto en televisión, como en radio y nuestros lectores se mantienen.

-¿No han calado en la sociedad esas frases de Cristina Fernández de Kirchner como «Clarín miente», «La cadena del desánimo…»?

-No, esas consignas esconden que las mentiras vienen de otro lado. Cuando la gente siente en el bolsillo que la inflación es del 25 por ciento y el Gobierno le dice que es del 10 ó del 11, cuando ve que hay un problema grave de inseguridad y el Gobierno lo niega, se da cuenta de quién dice la verdad. Cada vez somos menos los que podemos contar estos problemas sin antifaces ni máscaras. Las dos últimas manifestaciones masivas de la población que salió a la calle a protestar, prácticamente, no estuvieron recogidas por esos medios.

-¿Existe alguna legislación en otro país similar a la del Gobierno?

-Buscamos antecedentes de esta ley que desconoce, con efecto retroactivo, la concesión de las licencias otorgadas por el propio Estado y no la hemos encontrado en ningún país del mundo. Tampoco que plantee discriminaciones tan aberrantes entre televisión satelital y por cable que permite llegar a una a todo el país y a otra solo a 24 ciudades o que intente poner límite a la producción de señales de cable que son básicamente, como los periódicos o las revistas, de libre creación porque no usan espectro radioeléctrico. Son medidas hechas casi quirúrgicamente contra Clarín.

-Hay declaraciones cruzadas del Gobierno que acusa a Clarín de entorpecer la Justicia…

-El Gobierno ha recusado a diez jueces. Ha intentado desmantelar un fuero completo como la Cámara Civil y Económica Federal, ignoró a la Corte Suprema… No quiere un fallo judicial definitivo, quiere intervenir Clarín.

Fuente: ABC