Por F. Michael Maloof.- Después de más de dos décadas de intentarlo, Turquía casi ha renunciado a formar parte de la Unión Europea tras enfrentarse a rechazos procedentes de Alemania, Francia y Chipre, que tienen que ver con influencias de Europa del este. La oposición chipriota se deriva principalmente de la posición de Grecia, ya que gran parte de Chipre está bajo un gobierno griego con respaldo, de acuerdo con un informe del Boletín G2 de Joseph Farah.

Ahora Turquía, que por años ha sido miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, se considera como parte de la Europa moderna, pero está mostrando últimamente a un gobierno islámico. Y está considerando seriamente abandonar sus esfuerzos para adherirse a la UE si no se logra la membresía para el año 2023, una decisión que podría tener consecuencias enormes, especialmente para Europa.

Como un puente entre Oriente y Occidente, Turquía, con su orientación islámica, ha tratado de ser una gran influencia con otros países de Oriente Medio y Asia Central, donde Ankara tuvo un impacto histórico en su calidad de antiguo como el Imperio Otomano.

La influencia sería fundamental para Europa, que necesita a Turquía para la continuación del comercio político y económico con el Este. Sin embargo, varios de los países europeos, sobre todo Francia, están preocupados por el gobierno de Turquía cada vez más islamista. Además, Turquía sigue negando que la matanza masiva de armenios en 1915 fuera un genocidio, una posición a la que Francia ha planteado una fuerte objeción.

La oposición europea a la adhesión de Turquía a la UE se debe a una serie de cuestiones que fueron descritas en un informe de la UE publicado en octubre.

Estas preocupaciones incluyen las continuas restricciones a los derechos civiles, las restricciones de la libertad de expresión, reunión y asociación. También se centra en el tratamiento que el gobierno turco ha demostrado tener con los kurdos y las minorías cristianas, incluidos los periodistas.

La reacción de las autoridades turcas no se hizo esperar. El primer ministro turco Recep Erdogan Tayyep se quejó de que los europeos “probablemente no nos van a encadenar a lo largo de tanto tiempo (para 2023), pero si lo hacen por ese largo de tiempo hacia nosotros, entonces, la Unión Europea va a perder, y por lo menos van a perder Turquía. ”

Por su parte, Alemania, que cuenta con la mayor población turca de Europa, tiene la preocupación por la integración de los turcos en la sociedad alemana y la afluencia de inmigrantes aún más si Turquía se convirtiese en miembro de la UE.

“Teniendo en cuenta la resistencia de las principales potencias europeas, no hay un camino claro para la entrada de Turquía en la Unión Europea”, según un informe de la inteligencia de grupo abierto Langley Intelligence Network, o Lignet.

“Turquía es muy cauteloso acerca de ser arrastrados a un conflicto inter-islámico, especialmente en Siria”, dijo Lignet. “Sin embargo, los intereses mutuos y oportunidades de cooperación existen con los estados que rodean los mares Mediterráneo, Negro y Caspio. De forma eficaz, Turquía promueve la estabilidad regional y también se afirma a sí misma en este mundo multi-dimensional, de forma que se ve menos atractiva para la membresía a la UE”.