El FC Barcelona se ha impuesto al Spartak de Moscú (3-2) en el Camp Nou, en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, en un partido en el que tuvo que remontar un 1-2 a favor de los rusos y sudar de lo lindo para retener los tres primeros puntos en juego, en un duelo en el que destacó el extremo Cristian Tello y Leo Messi, quien selló el triunfo con un doblete.

No fue un partido fácil para los de Tito Vilanova, ya que el planteamiento de Unai Emery de ir a la contra con un buen cerrojo en defensa provocó más de un quebradero de cabeza a los blaugrana. Xavi estuvo bien en la batuta, pero hasta que los extremos no se abrieron y se decidieron a encarar, la defensa rusa estuvo acertada y atenta a los cortes. Al final, dos arrebatos de Messi acabaron con la incógnita. Y eso que el paso del tiempo dio la razón a Emery en su estrategia. Emmanuel Emenike cada vez era signo de mayor peligro, por su fortaleza física y mayor velocidad que la pareja de centrales que formaban Mascherano y Song, quien entró por el lesionado Piqué. Además, la comodidad rusa en el campo se transformó en el segundo gol, en una contra perfecta culminada por Romulo, que se deshizo de Adriano y batió a Valdés por abajo.

Tras el gol, el Barça no se vino abajo y Tito Vilanova cambió el sistema, con la defensa de tres que puso de moda en tiempo de Pep Guardiola. Así, se fueron arriba y con la intención de abrir el campo por la banda, y de ahí nació la reacción. Cristian Tello, increíble en su cuarto partido en ‘Champions’ y primero como titular, se inventó una jugada de la nada, en estático, para irse por la línea de cal y asistir a Messi para que el astro argentino pusiera de nuevo el empate en el electrónico. Poco después, la entrada de Alexis Sánchez y de David Villa, que cogió el testigo de Tello en un cambio un poco sorprendente, acabaron de dar frescura al ataque blaugrana. De hecho, fue el chileno quien con temple puso un gran centro a la zona que señaló Messi, que puso la cabeza para poner también el 3-2 ya definitivo.

Antes de esta segunda mitad más emocionante, hubo una calma inicial que se rompió, o más bien la rompió, Tello en un alarde de potencia. El extremo canterano recibió en la izquierda, rompió con un quiebro a Kirill Kombarov –sustituido al descanso por haber visto una amarilla– y empalmó un fuerte disparo con la derecha al palo largo de Dykan, que no pudo hacer nada.

Sin embargo, Dani Alves, despistado por un error en el despeje de Song, se introdujo el balón en su portería para dar un pronto empate a los rusos. El Barça tuvo el dominio del balón, algo en lo que acertó en su pronóstico Unai Emery, pero no supo transformarlo en peligro verdadero. Más allá del golazo de Cristian Tello, las ocasiones claras fueron escasas, pero también es verdad que el Spartak solo asustó con la velocidad lumínica de Emmanuel Emenike y se encontró con el gol en propia de Alves sin chutar a portería, y con el segundo en su primer disparo entre los tres palos.

Con el Spartak claramente cerrado en su campo, con la voluntad de buscar la contra con Emenike y McGeady, el Barça se encontró jugando en terreno enemigo con prácticamente 21 jugadores, todo menos Valdés, en esa zona. De todas formas, supo encontrar espacios y solo faltó un poco más de acierto para hacer subir el segundo al marcador. Pese al buen juego y la victoria, lo peor no fue la derrota momentánea sino la lesión de Gerard Piqué, quien en el minuto 12 tuvo que dejar el terreno de juego por una lesión en el pie izquierdo que se produjo al intentar rematar en un córner. Entró por el canterano el recién llegado Alex Song, que debutó como central al lado de un Javier Mascherano que también dio el susto pero pudo continuar sin problemas.

En el otro partido del grupo, Celtic y Benfica empataron (0-0) en su estreno en la Liga de Campeones, en un partido que evidenció la falta de puntería de ambas escuadras y que dejó el grupo G muy apretado pese a la escueta victoria del Barcelona ante el Spartak de Moscú, que apunto estuvo de sorprender en el Camp Nou.

Ni británicos ni lusos pusieron toda la carne en el asador. Desde el comienzo, las únicas ocasiones llegaron por mediación del balón parado. El argentino Aimar, ex del Valencia, dejó algún detalle para la galería, pero insuficiente como para hacer variar el rumbo del partido.

En el bando verdiblanco, el peligro estuvo en botas de Commons, que también se prodigó en los metros finales y de Miku, el exazulón, que jugó los 90 minutos en su debut en ‘Champions’. Sin embargo, fue el conjunto portugués quien adquirió más protagonismo en el tramo final del primer acto. El exmadridista Garay ofreció un buen nivel y guardó el orden de la zaga visitante.

EL VALENCIA SE ESTRENA EN CHAMPIONS CON DERROTA ANTE EL BAYERN

El primer acto fue un monólogo del Bayern, que ha dejado claro sus ganas por volver a levantar el trofeo de campeón, ese que dejó escapar la pasada campaña en una agónica final frente al Chelsea. El cuadro alemán controló todos los aspectos del juego y el Valencia, que no lograba hilvanar ninguna jugada, se encomendó a su defensa para evitar que el Bayern penetrara en el área defendida por Diego Alves. En los primeros minutos, fue Kroos el jugador que más inquietó a la zaga valencianista. En la primera ocasión clara para los locales, el alemán envió en balón por encima del larguero tras un buen centro de Ribery y, a los veinte minutos de juego, obligó a que Alves despejara con apuros un potente lanzamiento.

Tal y como se estaba desarrollando el partido, era cuestión de tiempo que llegara el primer tanto de los alemanes. La constante pérdida de balón de Tino Costa y Parejo en el centro del campo acabó propiciando que, en un contragolpe del Bayern, Schweinsteiger batiera al meta valencianista con la ayuda de Cissokho, que desvió la trayectoria del balón. El descanso no le pudo sentar mejor al Valencia, que mostró una imagen mejorada con respecto a la primera mitad. Un centro peligroso de Cissokho y un disparo lejano de Tino Costa despertó a un Valencia que dio señales de querer obrar la remontada. El Bayern, por su parte, se replegó en su campo esperando el error para sentenciar el partido.

Cuando mejor estaba jugando el Valencia, una nueva pérdida de balón, en este caso de Feghouli, supuso el segundo del Bayern. Kroos, que buscó el gol como nadie, recibió su premio en el minuto 76, cuando sorprendió con un trallazo desde la frontal del área. Tras este mazazo, los de Pellegrino no se achantaron y siguieron intentando la machada.

Con el tiempo reglamentario cumplido, se vivieron unos instantes de infarto en los que el resultado pudo variar mucho en cuestión de dos minutos. En el 91, Valdez, muy activo desde que saltó al campo en sustitución de Jonas, cabeceó a gol para recortar distancias y en el 93, Mandzukic falló un penalti cometido por Rami, que acabó viendo la expulsión. Con este resultado, el Bayern suma tres puntos que le sitúa en cabeza de la clasificación empatado con el Bate Borisov.

Sorpresa del BATE

El BATE Borisov derrotó al Lille (1-3) en el encuentro de la primera jornada de la Liga de Campeones, perteneciente al grupo F, donde los bielorrusos fueron muy superiores al equipo francés que hizo aguas en defensa y que -pese a recortar distancias al comienzo de la segunda parte con un tanto de Chedjou- no pudo evitar que la victoria se la llevara el Bate.