La Princesa del pueblo últimamente no gana para disgustos en los platós. Cada vez que un colaborador abandona un plató a medio programa, ese día no cobra. Esa regla, que me parece fantástica, la está sufriendo la Esteban estas últimas semanas.

El 28 de diciembre, día de los inocentes, “Sálvame” emitió una cámara oculta que les habían hecho los directores del programa a cada uno de los colaboradores. En la de Karmele, la periodista afirmaba que no veía a Belén capacitada para presentar un programa ella sola. ¡Menuda novedad! Por supuesto que no está preparada. Pues bien, ante tal revelación, la Esteban se puso como loca a grito pelado y, muy cabreada, abandonó el plató con aires de grandeza.

Ahora la historia se repite en La Noria y en un ambiente bastante más culto que el cortijo de Jorge Javier. Jordi González invitó a Belén Esteban a participar en la mesa de debate de La Noria que el sábado trataba sobre la ley antitabaco.

Obviamente ella no está suficientemente documentada como para ejercer de contertulia así que opinaba como fumadora y esposa de hostelero (sí, el que le puso los cuernos, su Fran). La polémica se desató cuando Belén interrumpió a Karmentxu Marín diciendo que su familia se había gastado mucho dinero reformando el bar y bla bla bla… pero ¿cómo lo dijo? Pues en su tono habitual, es decir, medio gritando.

En ese momento, un desmedido y fuera de lugar Sancho Gracia empezó a gritar para pedir la palabra y cuando se la dieron (o mejor dicho, se la auto adjudicó), atacó a la de San Blas: “¡Un Momento!. Te ruego que no grites. Yo sé que en tu programa gritas fenomenal. Que gritas muy bien. Tus amigos también gritan muy bien, pero aquí vamos a hablar bajito.”

Punto 1 Sancho, ¿tú quién eres para decirle a alguien cómo tiene que hablar? Para eso está Jordi que es el presentador. Punto 2: la soberbia te la dejas en tu casa, querido. Y mira que el hombre tenía razón en el contenido ¿eh? Pero las formas fueron tan exageradas y agresivas que perdió toda la credibilidad.

Incluso los demás compañeros de la mesa le dijeron que se relajase y dejara que la gente se expresara en el tono de voz que considerase oportuno. La Esteban, digna donde las haya, se disculpó con Jordi muy educadamente y, sin alzar la voz ni una sola vez, se largó del plató. Ante la reacción de la Princesa del Pueblo que se despidió al son de “Ya he dado mi opinión, me levanto y me voy”, Sancho le gritó: “Eso sí que es una falta de respeto. Hable usted bajito porque si hay que gritar yo puedo hablar muy alto. Esto es una falta de respeto. A mí no me grita nadie.” ¡Menudo espectáculo, bochornoso por ambas partes!