D.A.- Es inevitable acordarse de aquellos que hoy, aunque han perdido tanto, se sentirán un poco orgullosos. No es gran cosa, mañana nadie va a tener el trabajo que le quitaron, ni el dinero que desapareció de la cuenta corriente, ni la hipoteca se va a pagar sola, pero son muchos los que se han llevado una alegría en este tiempo de desesperanza viendo ganar a un español en territorio germano. Alonso ha conquistado Alemania, ese país que parece la clave de todos nuestros problemas, en casa de esa canciller Merkel que, algunos analisistas dicen, nos ahoga con medidas impuestas. Es inevitable sentir un poco de orgullo de este asturiano que cada carrera deja más claro quien es el mejor piloto de Fórmula 1 de los últimos tiempos y uno de los más grandes de siempre.

Alonso ganó en Hockenheim, por delante de Vettel y Button. Tercera victoria del año, aún más líder, con 34 puntos de ventaja sobre Webber y 36 con Vettel. Hamilton ya aparece en la lejanía después de su abandono de este gran premio.

El piloto de Ferrari partía desde la pole tras una exhibición en agua el sábado, y pudo atar en corto a Vettel tras el primer stint con los neumáticos blandos, en el primer sector ganaba, en el segundo perdía y en el tercero volvía a recuperar, así como en una contrarreloj ciclista, ese deporte que tanto le gusta al asturiano. Con los duros logró meter a Button por delante de Sebastian y comenzó otra carrera de persecución, a menos de cinco décimas llegó a estar el británico de McLaren, pero Fernando reaccionó y finalmente ganó la carrera con autoridad también con los Ferrari más duros.

En el aire está aún el segundo puesto de Vettel, ya que su adelantamiento a Button está bajo investigación por irse fuera de la pista. Seguramente le dejen su podio. Una carrera que comenzó con investigación a los Red Bull como coche terminará con sospechas sobre una acción de su piloto estrella.

Pero sobre todo este gran premio será recordado como aquel en el que Fernando Alonso conquistó Alemania. En estos tiempos tan duros…