GI.- Fin de semana convulso para los cristianos en Nigeria. Al menos 50 personas perdieron la vida mientras se celebraba un funeral por la muerte de otros tantos creyentes que fueron asesinados el día anterior. Entre las víctimas, perecieron dos parlamentarios y tres agentes de la autoridad. Los ataques, supuestamente perpetrados por musulmanes armados de la etnia fulani, comenzaron este fin de semana. Los insurrectos no han dado tregua desde entonces. Hasta el momento, se han registrado en los diversos ataques un total de 104 muertos, según afirma el diario Local Nation.

Los asaltantes eran unos 100 hombres armados con rifles y vestidos con trajes de camuflaje y protegidos con chalecos antibalas. Los musulmanes entraron en la iglesia de Cristo de Nigeria y comenzaron a disparar contra los fieles que se concentraban el en funeral. También quemaron varias casas situadas en las inmediaciones. Efectivos intentaron controlar la situación, pero ambas partes se enzarzaron en un fuego abierto que se prolongó varias horas.

El número de víctimas se fue incrementando a medida que iban encontrando los cuerpos en el templo. En su mayoría, madres y niños que acudieron a la iglesia en busca de asilo durante el ataque.
Además, durante el enfrentamiento murieron dos legisladores nigerianos, el senador para Platau del Norte y un miembro del parlamento estatal de la misma zona.

Los asesinos asaltaron otras 10 localidades durante el pasado sábado, aunque el ataque más fuerte fue el producido anteayer durante la misa.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, se ha pronunciado este fin de semana, ordenando a los agentes de seguridad que los asesinos sean capturados y llevados ante la Justicia.

Según el arzobispo de Jos, (capital del estado de Plateau) Ignatius Kaigma, el conflicto se debe más a un choque entre agricultores y pastores que a un conflicto religioso. Entretanto, se esperan con miedo las represalias de los musulmanes fulani y de los cristianos indígenas de la zona.