El propietario de Canal Català, Nicola Pedrazzoli, había anunciado que pensaba alquilar un canal en el Grupo Godó para convertirlo en televisión nacional. Su intención era crear una ‘Intereconomía independentista’, pero al final el grupo que preside Javier de Godó se ha echado atrás y el proyecto no se hará. Además el empresario italiano decidirá a finales del mes de julio si cierra: “si Canal Català no puede ser nacional, no tiene ninguna viabilidad y debe cerrar”.

En una entevista al diario Ara, Pedrazzoli explica que en febrero de 2011 nos acercamos a ellos para que nos alquilen el canal de RAC105. Encontramos rápidamente un acuerdo sobre el precio -cerca de 15 millones de euros en diez años- y sobre cómo debe ser el canal”, pero después de que el CAC aprobara el proyecto el Grupo Godó “corta la relación y retiran el proyecto del CAC”.

“Lo curioso -añade- es que firmamos el contrato el 16 de febrero de 2012, un año después de empezar a negociar: todo un año para madurar juntos si la operación nos convenía o no. Y, en cambio, al cabo de un mes después de firmar, rompen el acuerdo”.

El propietario de Canal Català tiene dos versiones para explicarlo y afirma que “la más maquiavélica dice que los Godó sabían que no querían darme la televisión y que han jugado con el tiempo para hundirme definitivamente. La única competencia que tenían, entre comillas, era nuestra y al final encontraremos que en septiembre Canal Català posiblemente no existirá. Esta versión me parece exagerada, sin embargo. Otra opción, más lógica, es que Godó ha entendido que la televisión que queríamos hacer era potente y que tendría buen audiencia, por momento en que vive el país”.

También admite que “quizás yo no he sabido explicar bien qué quería hacer y fallé reduciendo el proyecto a un lema para asegurarme los titulares de prensa y que la gente supiera que, el 3 de marzo, empezábamos con un modelo nuevo y unas nuevas frecuencias. Posiblemente me equivoqué”.

Pero la rotura de estas negociaciones pone en peligro la continuidad del canal porque “no tiene futuro”. “Ni tiene Canal Català ni tiene ninguna televisión local. Desde 2010 sufrimos una caída brutal de la publicidad del pequeño comercio y de las instituciones, que por cierto algunas ya pagan a año y medio vista”, apunta Pedrazzoli.

Por último, dice que “debo ser sincero y decir que no tengo -plan B-. Estamos analizando la empresa: veremos si con los recortes que se pueden aplicar es viable. Y tomaremos una decisión el 30 de julio”.