El baloncesto español culmina un año 2025 llamado a marcar un antes y un después en su desarrollo futuro, tanto en la selección masculina, que puso punto y final a una era gloriosa, como en la femenina, con una medalla de plata europea que augura grandes momentos por venir.

En el caso de los hombres, el Eurobasket acabó siendo un final amargo para el italiano Sergio Scariolo, quien antes del mismo anunció que sería su último torneo al frente de La familia y se despidió siendo eliminado en la primera fase a pesar de llegar como el ganador vigente.

Los malos síntomas ya venían desde las ventanas de clasificación, donde España tuvo más apuros de los previstos en el grupo que compartía con Letonia, Bélgica y Eslovaquia. Tras caer derrotada de inicio ante los dos primeros, pasó a jugarse su futuro ante los eslovacos.

Una victoria casi milagrosa en el primer partido como visitante y otra posterior en casa acabaron con el problema pero no con las dudas, que ni siquiera se disiparon ganando en la última jornada a los belgas.

Con todo, se presentó en el evento continental con la única esperanza de la tradicional multiplicación de su rendimiento en los momentos clave. Pero esta vez no fue suficiente. Alejados ya del equipo dos de sus últimos pesos pesados, Rudy Fernández y Sergio Llull; las bajas terminaron de dinamitar al grupo.

Ausencias como las de Álex Abrines, Alberto Abalde, Hugo González y Usman Garuba fueron importantes, pero más aún la de directores de juego sin la magia de Ricky Rubio y otros nombres como Juan Núñez, Lorenzo Brown y Alberto Díaz.

Indirectamente estas últimas propiciaron una de las pocas cosas positivas, la irrupción de los jóvenes y prometedores Sergio de Larrea y Mario Saint-Supéry.

Ambos fueron lo más brillante y estimulante en una expedición donde Santi Aldama y los hermanos Hernangómez no lograron asentarse como jerarcas de un barco a la deriva que inició su trayecto en Limassol con un descorazonador tropiezo ante Georgia.

Los previsibles triunfos contra Bosnia Herzegovina y Chipre hicieron creer que el pase a las eliminatorias estaba hecho, pero la dinámica ascendente de los primeros y las derrotas de los españoles contra Italia y Grecia consumaron la debacle.

De esta manera se silenciaron definitivamente los ecos de los Juniors de Oro y de los herederos de su legado al mismo tiempo que el periplo del mejor seleccionador español de la historia, un Scariolo que llegó avalado al Real Madrid por cinco oros, una plata y dos bronces en un cambio de cartas que llevó a su predecesor allí, Chus Mateo, a entrenar a la Selección.

Por el momento este ha disputado dos partidos de las ventanas de clasificación para el Mundial 2027, con la limitación que supone no contar con sus dos grandes estrellas, y ha ganado ambos.

A pesar de ello no todo fue tristeza, porque las chicas compensaron dando la alegría del verano. Al igual que su equivalente masculino, distaban mucho de encontrarse entre las favoritas para el título en el Eurobasket, más si cabe al no contar con Maite Cazorla, María Conde, Megan Gustafson y Laura Quevedo.

Sin embargo lideradas por una Raquel Carrera que afrontó la cita entre algodones y por la incombustible y legendaria Alba Torrens; con la buena dirección de Miguel Méndez; y el paso adelante de dos joyas como Iyana Martín y Awa Fam, a las que se espera en la zona noble del draft de la WNBA cuando se presenten; combatieron todos los pronósticos.

A su inmaculada primera fase compartiendo grupo con Alemania, Suecia y Gran Bretaña le siguieron dos exigentes eliminatorias contra la República Checa y Francia. Solo Bélgica, que ya les había privado del título en el 2023, les arrebató de nuevo el oro en una final que España tuvo en su mano.

También una enorme satisfacción llegó de la mano de la Selección masculina de la modalidad de 3×3. Aún con el regusto dulce de la plata olímpica del conjunto femenino, los hombres hicieron historia en Mongolia al ganar un Mundial en el que Suiza fue el rival en el primer partido y también en la final.

Y en lo que respecta a las categorías inferiores, el porvenir sigue estando garantizado, con cinco medallas en torneos de formación entre chicos y chicas, cuatro oros (Europeo U16 femenino, Europeo U18 femenino, Europeo U18 masculino y Europeo U20 femenino) y un bronce (Mundial U19 femenino).