La tasa de paro se desploma en la Argentina de Milei mientras que la economía encadena otro superávit histórico en la balanza comercial
Resulta curioso observar cómo la situación de la economía y los mercados de Argentina han dado un nuevo giro casi de 180 grados en pocas semanas. Tras la contundente victoria de Javier Milei en las elecciones de octubre, algunos indicadores como el riesgo país (se ha desplomado a 560 puntos), los bonos o la bolsa han pasado de cotizar en zona de peligro a registrar datos muy positivos.
No obstante, otros indicadores más complejos de mover, aquellos que pertenecen a la economía real, también han empezado a mejorar de forma contundente con una pequeña dosis de suerte y frutos del trabajo realizado antes de las propias elecciones de octubre. Buenos ejemplos son el mercado laboral, que este jueves ha arrojado unos datos excepcionalmente buenos, y la balanza comercial, que ha disparado su superávit (clave para acumular reservas en dólares) a máximos de los últimos años, justo cuando en Argentina se debatía sobre la posible pérdida de competitividad de los bienes y servicios que se producen en el país.
Con todo, el riesgo país (un indicador de la solvencia de Argentina) toca mínimos de varios años tras caer hasta los 560 puntos básicos, cuando hace dos meses se encontraba en más de 1.400 puntos básicos. Este diferencial se realiza restando el interés del bono americano a 10 años al bono argentino. Cuanta menor es la diferencia, supuestamente mayor es la fiabilidad de la deuda argentina y menor el coste de financiarse en los mercados, tanto para el país como para las empresas argentinas.
El mercado laboral acelera
Los movimientos de la prima de riesgo o riesgo país son el reflejo de lo que ocurre en la economía. Este jueves se ha publicado que el desempleo en Argentina bajó al 6,6% en el tercer trimestre del año, con un descenso de más de un punto porcentual respecto al trimestre anterior, según ha revelado el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Todo ello, con la economía y la actividad retomando el crecimiento tras haber evitado la recesión en el tercer trimestre del año.
Por otro lado, la tasa de desempleo del tercer trimestre fue 0,3 puntos porcentuales menor a la registrada en igual periodo de 2024, cuando se ubicó en el 6,9%, según los datos del Indec. El documento, publicado durante la noche (hora española) del jueves, señala que, entre julio y septiembre pasados, 958.000 personas que buscaban trabajo en Argentina no tenían empleo, 133.000 menos que en el segundo trimestre de este año.
Esta medición abarca solo a los 31 conglomerados urbanos más importantes del país, donde viven 29,9 millones de personas, sobre un total de población en Argentina de unos 47 millones de habitantes. La tasa de ocupados que demandaron otro empleo fue del 16,1%, con un descenso de un punto porcentual respecto al trimestre anterior y una caída de 1,5 puntos porcentuales con respecto al tercer trimestre de 2024. Este dato resulta clave, puesto que revela que los empleos podrían estar mejorando en calidad a medida que los salarios reales (descontando la inflación) ganan terreno y la pobreza y los niveles de indigencia se reducen en la economía.
Juan Ramón Rallo, Doctor en Economía y divulgador explica que “todavía más importante es la tasa de empleo (porcentaje de la población que está trabajando) que sube hasta el 45,4%, solo una décima por debajo del tercer trimestre de 2023 y 1,2 puntos por encima del tercer trimestre de 2022 (es decir, que la tasa de paro en esos trimestres estaba muy condicionada por una menor cantidad de personas que deseaban estar ocupadas, esto es, por una menor tasa de actividad). Es más, la tasa de empleo privada (porcentaje de la población que trabaja en el sector privado) se ha ubicado en el 37,5% frente al 36,2% del tercer trimestre de 2023 o el 35,6% del tercer trimestre de 2022. La economía argentina está sacando a la gente de la inactividad y el paro mediante la creación de empleo en el sector privado”, sentencia este experto economía.
Entre julio y septiembre pasados, el total de personas con trabajo que buscaban otro empleo fue de 2,3 millones de personas, unas 100.000 menos que en el trimestre anterior. Cabe destacar para dar algo de contexto e historia a los actuales datos que Argentina registró un máximo de desempleo del 24,1% en el segundo trimestre de 2002 tras el estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales que ha vivido el país.
Al mismo tiempo que se ha publicado este dato, el Indec ha desvelado otro igual de relevante y, en parte, inesperado. Cuando en Argentina se estaba debatiendo la pérdida de competitividad de los bienes y servicios producidos por culpa del atraso cambiario, el dato de la balanza comercial ha ofrecido un chorro de esperanza para la economía. Argentina ha registrado en noviembre un superávit comercial de 2.498 millones de dólares, un 95,6% más que en el mismo mes de 2024.
Una economía más abierta
El saldo positivo de noviembre implica además un aumento del 207,3% con respecto al superávit logrado en octubre de este año, que había sido de 813 millones. Con estas cifras, Argentina logró encadenar 24 meses (dos años) con superávit en la balanza comercial. El volumen del intercambio comercial (exportaciones más importaciones) aumentó en noviembre un 16,3% interanual, hasta un total de 13.694 millones de dólares, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esto revela que la economía de Argentina se abre al mundo poco a poco a medida que el Gobierno de Milei retira trabas y requerimientos a las importaciones y exportaciones. Todo ello se está logrando sin impedir que el saldo comercial siga siendo positivo, gracias en gran parte al milagro de Vaca Muerta, el gran yacimiento de petróleo y gas que ha revivido en los últimos dos años.
En noviembre, Argentina exportó por unos 8.096 millones de dólares, un 24,1% más que el mismo mes en 2024, mientras que las importaciones, por valor de 5.598 millones de dólares, tuvieron un salto interanual del 6,6% en un contexto de políticas de apertura comercial y de bajada de aranceles a las importaciones del Gobierno de Javier Milei.
En los primeros once meses del año, Argentina acumuló un superávit comercial de 9.357 millones, con exportaciones por 79.592 millones e importaciones por 70.235 millones. Argentina registró el año pasado un superávit comercial de 18.928 millones, un auténtico giro de 180 grados si se tiene en cuenta que venía de un saldo negativo por 6.925 millones en 2023. Los saldos positivos comerciales, si se trasladan a la balanza por cuenta corriente (saldo exterior total) se suelen convertir directamente en aumentos de las reservas brutas en dólares. Por ello resulta importante que Argentina pueda mantener este superávit en plena expansión del empleo y de los salarios.











