El pistoletazo extremeño
Julián Cabrera.- Extremadura dará el pistoletazo de salida y, por si no queríamos caldo, nos vamos a beber unas cuantas tazas electorales en un período entre elecciones autonómicas que nunca se había mostrado tan políticamente convulso como para tener que disolver parlamentos en Extremadura, Aragón o Castilla y León. Es lo que tiene el adiós al bipartidismo puro y duro que tanto echa ya de menos la estabilidad política. Hoy los extremeños reflexionan un sentido del voto ampliamente decidido a pesar de volantazos de última hora durante una campaña que, para variar viene a demostrar en el caso del PP que le acaban sobrando los últimos siete días de arreón final. María Guardiola disolvía el Parlamento regional con el más que justificado argumento de la falta de apoyo a sus Presupuestos y lo hacía en un momento que difícilmente se le va a repetir a su partido, con un primer adversario en el PSOE imputado, con el sonrojo de ser la región donde se le trató de buscar dulce e ilegal acomodo al hermano de Pedro Sánchez, con unos trenes que directamente no andan situando a la comunidad en posiciones tercermundistas por el abandono del Gobierno central y sobre todo, con una ciudadanía clamando contra el ejecutivo central por su determinación de cerrar la central nuclear de Almaraz y el consiguiente quebranto económico para miles de extremeños.
Pues bien, con todos estos elementos a favor, a la candidata popular no se le ocurría otra cosa que remover un avispero que le era propicio eludiendo acudir al debate a cuatro en televisión el pasado jueves (en esto los «cerebritos» del PP no aprenden), sobreactuando ante el robo de 124 papeletas en una oficina de Correos, desmarcándose de Núñez Feijóo en el cierre de campaña y, por supuesto, negando entrevistas durante la campaña, tal vez sin reparar en que el electorado si hay algo que no perdona son las incomparecencias para explicar argumentos y propuestas.
La gran pregunta hoy, a pocas horas para la apertura de urnas es si Guardiola conseguirá esos 33 escaños que le darían la mayoría absoluta, alto listón para un partido que nunca venció en esta región paradigma del voto cautivo socialista, PER incluido. El bloqueo de Vox puede continuar desde el próximo lunes, pero La Moncloa ya no puede engañarnos; la derecha arrasará en otro ex feudo del PSOE y a Sánchez se le agota el manual.











