Hilario Márquez Debon: liderazgo con sentido en tiempos de cambio
En un momento histórico marcado por la incertidumbre, la aceleración tecnológica y la necesidad constante de adaptación, Hilario Márquez Debon, profesional con una trayectoria ligada al liderazgo de equipos y a la gestión de procesos de cambio, comparte una reflexión profunda sobre cómo debe evolucionar el liderazgo para responder a estos desafíos. Según él, liderar hoy significa moverse con agilidad en entornos complejos, mantener la calma cuando todo cambia a gran velocidad y, sobre todo, escuchar de verdad a los equipos para tomar decisiones más conscientes.
Para Hilario Márquez Debon, el liderazgo en épocas de cambio tiene un papel determinante: es el punto de referencia al que mira una organización cuando el terreno se vuelve inestable. “Un líder no puede prometer certezas, pero sí puede ofrecer claridad y dirección”, afirma. En su experiencia, la transparencia, la comunicación constante y la coherencia entre discurso y acción son los tres pilares que sostienen a un equipo en momentos críticos.
La escucha como herramienta estratégica
Hilario Márquez Debon insiste en que escuchar no es un gesto pasivo, sino una práctica activa que permite comprender el pulso de la organización. La escucha hacia empleados, clientes y socios ayuda a detectar tensiones, necesidades emergentes y oportunidades que a veces no aparecen en los informes. “Cuando un líder escucha, toma mejores decisiones y evita desconexiones que generan resistencia al cambio”, explica.
Decidir con información incompleta
Una de las grandes dificultades de liderar en entornos cambiantes es la falta de información total. Aun así, las decisiones no pueden esperar. Hilario Márquez Debon subraya la importancia de aceptar que la perfección es incompatible con la velocidad actual: “La clave no es decidir perfecto, sino decidir bien, con lo que tenemos, y revisar rápido para corregir sin miedo”.
Su enfoque combina análisis suficiente, intuición basada en la experiencia y un fuerte alineamiento con los valores de la organización. Esto reduce la parálisis por exceso de datos y permite avanzar sin poner en riesgo la coherencia del proyecto.
Gestionar la presión sin perder la perspectiva
La presión es inherente al liderazgo, pero no debe gobernarlo. Hilario comparte diferentes prácticas para gestionarla: crear espacios de calma antes de reaccionar, delegar con confianza para no cargar con todo y fomentar una cultura interna donde pedir ayuda sea un signo de fortaleza y no de debilidad. “Un líder que se cuida sostiene mejor a su equipo”, recalca.
A lo largo de su trayectoria, Hilario Márquez Debon ha acompañado procesos de transformación donde la incertidumbre era la norma. Su conclusión es clara: el liderazgo efectivo no surge en tiempos fáciles, sino cuando el cambio obliga a actuar con humanidad, criterio y valentía.












