Cuando hasta un expresidiario te considera una mala compañía, es que la cosa no pinta bien
Jorge Bustos.- Ayer reaparecía en el Senado el hombre de Milagro, un hombre ciertamente milagroso. No solo nació en en ese pueblo navarro que se llama Milagro, sino que hacía verdaderos milagros con el dinero. Cobraba como diputado, pero vivía como un jeque. Su mujer, Paqui, era una verdadera leyenda entre las cajeras del Corte Inglés. Pero no hablamos de un socialista corrupto cualquiera, hablamos solamente de un militante que, según la Guardia Civil montó una trama para llevarse mordidas a cambio de amañar obra pública, hablamos también del hombre al que Pedro Sánchez concedió todo el poder en el Partido Socialista. Primero como mano derecha al secretario de organización, José Luis Ávalos, y luego como secretario de organización él mismo.
Porque a él, a Santos y a Ábalos y a Koldo, les debía Pedro la victoria a las primarias y en la moción de censura. Y gracias a ese poder orgánico con el que Pedro le recompensó, pudo extenderse la a niveles sistémicos a través del gobierno central, de las de las empresas públicas y de los gobiernos autonómicos del Partido Socialista. Y hablamos también del arquitecto de las legislaturas de Sánchez, legislaturas en minoría, ¿quién era el negociador clave de los pactos? Era Santos con Bildu en el caserío y con Puigdemont en Suiza. Y era el hombre que dirigía la cloaca de Leire Díez para neutralizar a fiscales y a tenientes de la guardia. civil que hacían su trabajo.
Y un hombre así nunca cae solo porque sabe demasiado y ayer se ocupó de recordárselo a su propio partido y lo hizo dos veces. Escucha lo que le soltó ayer Cerdán al senador socialista Alfonso Gil, que citó a Rubalcaba para lanzar a su ya excapañero y exjefe de filas un reproche ético. Cuidado. Hay que ver la escena, tiene un delicioso aire siciliano. Va Cerdán con mucha calma, se quita despacio las gafas, porque se presentó en la comisión del Senado como su antiguo jefe, como Pedro, con unas gafas que no la habíamos visto hasta ahora, le dan casi un empaque intelectual después de salir del presidio y se quita las gafas y mira su interlocutor, ese senador engreído que pretende darle elecciones a un tipo como él que ya sabe lo que es ducharse en la cárcel durante 5 meses y pronuncia la advertencia. Y ojo, no hay nada que nos haga pensar que el senador Alfonso Gil no es un político íntegro, pero seguro que esta noche el señor Gil se ha desvelado un poquito, repasando minuciosamente toda su trayectoria, intentando localizar ese posible error que pudo haber llegado a conocimiento de Santos y que ahora Santos puede utilizar en su contra.
Esto es lo que sucede cuando tu partido adquiere trazas de organización criminal. Y esto no lo digo yo, esto lo sospecha el juez de la audiencia, que considerando la gravedad de los hechos acaba de declarar el secreto de sumario para investigar en una pieza separada los pagos en metálico del PSOE entre 2017 y 2024, o sea, la etapa sanchista. Pero es que hubo una segunda advertencia del hombre de Milagro y también dirigida a su partido o mejor dicho a su expartido porque ya no se siente parte del proyecto, como dicen los cursis, y eso que el proyecto sanchista lo montó él, entre otros, a pesar de que ahora todos los sanchistas renieguen de súper Santos Cerdán. Y esa soledad se la recordó para provocarle con mucha habilidad por UPN, María Caballero.
Mejor solo que mal acompañado. Cuidado, Pedro, que este todavía no ha hablado. Cuando hasta un expresidiario te considera una mala compañía, es que la cosa no pinta bien.
Denuncia de acoso sexual en Vox
Y el otro partido con lío interno es Vox. Y ya sabes que hay una guerra entre la dirección del partido de Abascal y su organización juvenil que se llama Revuelta, que suelen ser los que montan manifas en la sede de Ferraz, entre otras actividades de agitación y propaganda. Bueno, la crisis ha estallado por la presunta existencia de irregularidades contables en la gestión de los gastos de representación y de los fondos recaudados para las víctimas de la dana.
Ojo, Abascal ha salido diciendo que esta crisis es un invento del PP y del PSOE para desgastarle, pero el hecho cierto es que Vox acaba de abrirle un expediente al número dos de Revuelta, le ha mandado un burofax al que ha tenido acceso El Mundo. Y en ese burofax, Vox acusa al dirigente de Revuelta juvenil de filtrar los audios a este periódico y le dan 3 días para justificar los gastos. Pero el expedientado dice que no se ha llevado 1 € que de hecho trabaja gratis para el partido y que se siente humillado.
Pero ojo porque en el dinero no se acaba el lío en Vox, igual que en el PSOE, aquí también hay una denuncia de acoso sexual. En este caso sería de acoso homosexual. El director de redes sociales de Vox ha sido denunciado por un militante menor de edad que tenía 16 años cuando recibió de este superior jerárquico insinuaciones constantes. incluso algún tocamiento no consentido según la denuncia que publica hoy El Mundo. El community manager ya ha comunicado su renuncia al cargo y su baja del partido, pero afirma que demostrará su inocencia.
Ya se ve que hay salazares en todos los partidos y de todas las orientaciones ideológicas y sexuales. Es lo que tiene la guarrería, que es transversal. Veremos cómo acaba esto, pero el lío interno en Vox nos sirve para aprender una nueva lección: queridos niños, no os fiéis nunca de quien vaya presumiendo de pureza frente a todos los demás. Los demás siempre son los impuros, los corruptos, los sistémicos. Porque todos los partidos nacen así, presumiendo de pureza frente a otro. Y todos terminan viendo cómo surge un tercero que te acaba acusando a ti de lo mismo que tú acusabas al primero.











