La realidad y el deseo
Juan Van-Halen.- Es el título de la poesía reunida de Luis Cernuda que leo y releo. Sobre esta obra y La destrucción o el amor hablé con Vicente Aleixandre, su autor. Tardes inolvidables en su casa de Velintonia. Ambos títulos, de lectura nuevamente gozada, me han llevado, qué cosas, a alguna situación no precisamente poética de nuestra actualidad. La destrucción o el amor, de tintes surrealistas, abraza el amor o la muerte. El crecimiento o el final.
Estos versos eternos, porque la poesía es el tiempo, encierran de tejas abajo lo que se busca y lo que es posible, lo que va más allá de los sueños. De Garcilaso, Quevedo o Villamediana a Napoleón, Hitler o Stalin. Unos, soñadores positivos desde la poesía; otros, soñadores negativos desde el narcisismo prepotente que, con tantos desastres en sus biografías, la historia desarboló a golpes de realidad.
Un amigo columnista aducía recientemente que era lógico que PP y Vox recorrieran cada cual su camino pues son partidos distintos. Claro que sí. Partidos distintos, pero no deberían ser partidos enfrentados. Lo que vengo manteniendo es que cada vez se hace más necesario poner la realidad por delante del deseo, alzar el amor por encima de la destrucción. Y eso, en el caso del PP y Vox, pasaría por asumir inteligentemente que la meta es compartida: sacar a Sánchez de Moncloa. Para ello habría que dar pasos adelante superando enfrentamientos que benefician, nadie se engañe, las políticas del sanchismo y, sobre todo, sus engaños.
Para el sanchismo vale todo, incluso manifestaciones que no pasan de infantiles. El delegado del Gobierno en Madrid, no sobrado de neuronas, declaró que el edificio de la Puerta del Sol, con siglos de historia detrás, era «el kilómetro cero del terror». Mientras, su partido pacta con los herederos de ETA que, al parecer, no representan un pasado de terror. Y así todo.
El PP y Vox deben entenderse. Probablemente de forma discreta pero eficaz. Claro que Casado debió ahorrarse su penosa intervención parlamentaria durante el debate de la primera moción de censura de Vox, pero también Abascal debería moderar sus descalificaciones al PP, vengan o no a cuento. Son partidos distintos con un objetivo coincidente. O lo entienden así, o la destrucción ganará la partida, y al deseo le desbancará la realidad. Se enfrentan a un tipo sin ideología, sin moral y sin valores.
Muchos voxianos reiteran que el PP en el Gobierno no cumpliría lo que anuncia. ¿En qué se basan? Desde luego no acudiendo a un pasado con otros responsables, sino desde el presente. Tengo buenos amigos en Vox que pertenecían al PP, incluso como dirigentes, en las etapas que ahora critican; no rechistaban. Desconozco cuáles serían las acciones inmediatas de Abascal si llegase al Gobierno. Su abandono de responsabilidades ejecutivas en comunidades autónomas impide valorar cómo lo haría. Sí, conozco el compromiso público de Feijóo para el caso de que gobernase. Cinco acciones concretas expuestas ante decenas de miles de asistentes a la concentración del Templo de Debod. Las reproduzco sin añadir nada de mi cosecha:
«La primera es una auditoría completa para que todos los ciudadanos sepan hasta dónde ha llegado el saqueo de estos últimos años. La segunda es una limpieza total de las instituciones. Barreremos todo atisbo de sanchismo de las instituciones del Estado. La tercera es una bajada de impuestos. Los ciudadanos están asfixiados. Un Gobierno que se ha ganado con los impuestos de los ciudadanos y han comprado su permanencia también con nuestros impuestos. El cuarto compromiso es desbloquear todo lo aprobado en las Cortes y que este Gobierno ha incumplido y boicoteado. Desde la vivienda, la inmigración, la seguridad, la ocupación ilegal de nuestras casas. Y el quinto compromiso es la democracia. Que los españoles puedan dar su opinión en libertad y que elijan su futuro».
Dudo que cualquier ciudadano no afecto al sanchismo pueda estar en desacuerdo. Si, tras esos compromisos, la única respuesta es la duda de si se cumplirían, entraríamos en la política ficción que suma tantos partidarios. A menudo como máscara. Es el camino del deseo a la realidad.
P.D.- Conocimos ayer la última encuesta de Tezanos. Ya sabíamos quién aparecería como ganador: Sánchez. Sube Sumar, el PP se mantiene y Vox baja. Tezanos confunde su voto partidista y agradecido con la opinión mayoritaria de los españoles. A este hombre hay que subirle el sueldo. Yerra siempre, pero a favor de los suyos…











