El feminismo del PSOE está más en entredicho que nunca. El que presumiera de ser el partido que más defendía a las mujeres ha resultado ser el responsable de ocultar varios casos de acoso sexual entre sus filas. Esta semana seis mujeres militantes socialistas han denunciado a José Tomé Roca, de 67 años, quien hasta este miércoles ostentaba la Alcaldía de Monforte de Lemos y la Presidencia de la Diputación Provincial de Lugo desde 2019.

Según ha explicado una de las mujeres en el canal interno que posee la formación que lidera Pedro Sánchez para tratar estas cuestiones, «José Tomé me citó en un bar para informarme de unas plazas que iban a salir en el Ayuntamiento de Monforte, del que es alcalde (…). Me dice que si quiero tener alguna posibilidad para acceder a ellas debería darle una recompensa», comienza su denuncia.

Esta víctima no entendía a qué se refería el primer edil con esas palabras hasta que éste le dijo: «Si quieres algo te tienes que acostar conmigo». «Me explicó que no me valía de nada estudiar. ‘Si yo no quiero que apruebes, no apruebas’. Me fui y al día siguiente me llamó para comer, que debía acostarme con él antes de que saliesen las plazas. Le dije que no era ninguna prostituta y que no quería absolutamente nada», ha señalado.

Lo grave de este caso, al igual que ha sucedido con los también socialistas, Paco Salazar, mano derecha de Pedro Sánchez, y con Antonio Navarro en Torremolinos, Málaga, es que el propio partido era conocedor de las denuncias de varias mujeres y decidió ocultarlo. En el caso de las denuncias hacia el ya expresidente de la Diputación Provincial de Lugo, el propio José Ramón Gómez Besteiro, el líder de los socialistas en Galicia, era conocedor de esta situación, según denunció una de las víctimas.

El silencio en Ferraz se ha trasladado también a las asociaciones feministas, quienes han preferido no hacer declaraciones sobre los recientes escándalos del PSOE en relación con el acoso sexual. El Debate se ha puesto en contacto con la Asociación Española de Feministas Socialistas (FeMeS), entidad que, textualmente, ha asegurado a este medio que «no vamos a hacer ningún tipo de declaración sobre este tema».

Este medio se ha encontrado con la misma negativa por parte de la Fundación Mujeres, quienes también han optado por no opinar sobre el acoso sexual en las filas del PSOE, así como la Federación de Mujeres Progresistas, quienes tampoco han tratado esta cuestión.

Según ha podido saber El Debate a través de fuentes conocedoras de la situación en el PSOE de Galicia, «aquí se tapa todo, y no solo en el PSOE, también en el PP». Asimismo, asegura que «todos sabían lo que estaba pasando, igual que saben que van a llegar muchas más denuncias».

«Estas mujeres denunciaron por vía interna y no les hicieron caso. En el caso de Salazar eran personas que trabajaban con él. En la Diputación de Lugo es gente del propio PSOE. He hablado con gente de muy alto nivel y todos saben lo que está pasando. Pero no quieren dar respuestas reales», señala.

Por otro lado, asegura que «hay presiones sobre las víctimas. Están presionando a las víctimas para que no denuncien ante la justicia. Dicen que se va a abrir un protocolo y que se va a agilizar… Pero en Galicia ha pasado lo mismo que con Salazar, que como son denuncias internas, van por el cauce del partido, que es rapidísimo. Se trasladó la información a Besteiro indirectamente, y él dijo que había que evitar que trascendiera, porque era el presidente de la Diputación. Ahora dice que no sabía nada, que las denuncias son anónimas…», lamenta.