¿Sigue pensando el gobierno que el proceso al ex fiscal general del Estado es un golpe de Estado? La respuesta no es tan directa, aunque puede inferirse su opinión. Les recomendanos la lectura de un libro de Curzio Malaparte que se llama ‘La técnica del golpe de estado’ y les podrá explicar cómo son los golpes de estado modernos y cómo se llega a desestabilizar a un gobierno.

Con lo que hay en la sentencia puede imponerse una condena mayor pero lo importante es acreditar que se ha producido un delito. Es un hecho insólito que evidencia la necesidad de que cambie la estructura del ministerio fiscal en España, que no se pueda elegir a personas tan vinculadas al Gobierno que dan cauce a que ocurran estas cosas.

Las cuestiones previas de nulidad planteadas por las defensas las resolvió el tribunal con claridad y con un copioso arsenal de jurisprudencia y lo que hizo es desestimar las nulidades pedidas por las defensas. Convalidan la actuación del juez instructor. Hablamos de “defensas” en plural porque, en este caso, la fiscalía ha actuado como defensa del Fiscal General.

Se trató de un proceso anormal en el sentido de que la fiscalía tomó una posición siempre en defensa del investigado, esto no es normal. La fiscalía debe barajar las pruebas para ver si acusa o no. Aquí la fiscalía desde el primer momento se colocó del lado del investigado. Cuando dicen que es un proceso desequilibrado, que ha tenido (el tribunal) una idea preconcebida…, la fiscalía sí la ha tenido, el Ministerio Fiscal tenía una idea preconcebida, desde el principio, porque se enfrentaba con la responsabilidad de su jefe. Y el jefe se sentó en el estrado mirando desde allí arriba a los fiscales que declaraban como testigos y esos fiscales desde abajo pensaban: ‘como no le guste a este y siga después, estoy absolutamente muerto’. Eso es intolerable.