Bruselas promueve la censura y declara la guerra a la libertad digital (Video comentario de Joaquín Abad)
Europa lleva años presumiendo de libertad, pero cada día demuestra que aquella libertad que decía defender se ha convertido en un decorado hueco.
La Unión Europea, que tanto sermonea a terceros países sobre derechos y democracia, persigue hoy a quienes alzan la voz, especialmente a quienes cuestionan el rumbo político que han marcado las élites globalistas. Y el último ejemplo es la multa impuesta a la plataforma X, un castigo político disfrazado de regulación, un aviso para navegantes: todo aquel que permita hablar a quien no debe, pagará.
Cuando Elon Musk compró Twitter —hoy X— despidió al departamento que ejercía de policía ideológica. Un grupo de censores que silenciaba a quienes molestaban al progresismo institucional y a la agenda globalista. Ese despido fue un gesto de libertad. Y eso, precisamente eso, es lo que no perdonan en Bruselas: que un empresario extranjero haya tenido la osadía de desmontar el mecanismo que garantizaba el relato único.
Europa, la misma Europa que se jacta de tolerancia, ha decidido que permitir la diversidad de opinión es un riesgo. Que dejar hablar al ciudadano sin filtro es una amenaza. Y por eso multa a X, porque no soporta que exista una red social donde las consignas oficiales puedan ser discutidas.











