Por qué la Inmaculada Concepción es la patrona del Arma de Infantería

El ‘milagro de Empel’ fue el origen del patronazgo de la Inmaculada Concepción en el Arma de Infantería del Ejército de Tierra. (Imagen: cuadro de Augusto Ferrer Dalmau en la Academia de Infantería).
La designación de la Inmaculada Concepción como patrona del Arma de Infantería responde a un hecho histórico documentado que se remonta al 7 y 8 de diciembre de 1585. Durante la Guerra de Flandes, los soldados del Tercio Viejo de Zamora quedaron aislados en la isla de Bommel, en los Países Bajos, rodeados por las fuerzas rebeldes y sin capacidad de repliegue. La situación amenazaba con la rendición, según recoge la tradición militar y las crónicas de la época.
En ese contexto, un soldado halló una tabla con la imagen de la Inmaculada Concepción. El maestre de campo, Francisco Arias de Bobadilla, ordenó colocarla en un pequeño altar improvisado para que la tropa se encomendara antes de un desenlace que se consideraba inminente.
Aquella noche, un cambio brusco del tiempo provocó que las aguas del río Mosa se congelaran, lo que permitió a los infantes avanzar sobre el hielo y atacar por sorpresa a la flota enemiga.
El resultado fue una victoria que los mandos españoles consideraron decisiva para evitar la destrucción del Tercio. Desde entonces, el episodio fue conocido como el ‘Milagro de Empel’ y quedó integrado en la memoria histórica de los Tercios, que atribuyeron la supervivencia a la protección de la Inmaculada Concepción.
Una tradición asumida por el Ejército de Tierra desde 1892
En el patio de Carlos V del Alcázar de Toledo, por entonces sede de la Academia de Infantería, un orfeón compuesto de 50 Caballeros Cadetes, cantó por primera vez, el 8 de diciembre de 1808, el Himno de Infantería, compuesto por el alumno Fernando Díaz Giles, con letra de José y Jorge de la Cueva.
El reconocimiento formal de este patronazgo se consolidó con el paso de los siglos y se reconoció oficialmente en 1892. La Infantería española mantuvo la celebración del 8 de diciembre como fecha propia y vinculada al recuerdo de Empel, incluso durante los sucesivos cambios organizativos y doctrinales de las Fuerzas Armadas.
Con la profesionalización del Ejército y la regulación de los patronazgos militares, la festividad quedó definitivamente establecida para todo el Arma de Infantería.
El Ejército de Tierra destaca que esta tradición no se limita al recuerdo histórico, sino que forma parte de la identidad institucional del arma más numerosa de las Fuerzas Armadas. Cada año, las unidades de Infantería organizan actos conmemorativos en bases repartidas por toda España, donde se recuerda el episodio que dio origen a esta celebración.
La Inmaculada Concepción continúa siendo, por tanto, un símbolo asociado a la historia de los Tercios y a la continuidad de la Infantería española, con un patronazgo que permanece vigente desde hace más de cuatro siglos sin modificaciones en su fundamento histórico. La Inmaculada también es patrona del Cuerpo Jurídico Militar y de los capellanes castrenses.











