Los tradicionales corrillos con la prensa tras el acto institucional por el Día de la Constitución han estado marcados este año por las explicaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el caso Salazar, una polémica que ha centrado buena parte de las conversaciones con los periodistas.

Aunque Sánchez evitó realizar declaraciones ante los micrófonos, sí habló “largo y tendido” del asunto en el encuentro informal. Por primera vez se pronunció directamente sobre el caso y reconoció errores en la gestión del expediente interno. Atribuyó estos fallos a la “velocidad” y a la tramitación por parte del órgano antiacoso del PSOE, un mecanismo recientemente creado y que, según señaló, habría retrasado “de manera innecesaria” el proceso.

El presidente aseguró que no duda del testimonio de las mujeres denunciantes y defendió que el partido actuó “con contundencia y no con connivencia” frente a los comportamientos atribuidos a Salazar. Añadió que durante su etapa en Moncloa “no vio ese tipo de comportamientos” y que tuvo conocimiento del caso a través de los medios de comunicación.

Sánchez aclaró que el PSOE no puede dirigirse directamente a la Fiscalía, ya que la denuncia corresponde a las afectadas, pero garantizó que, si deciden dar el paso, contarán con el apoyo tanto del partido como del Gobierno.

En otro corrillo celebrado simultáneamente en la misma sala, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, arremetió contra la postura del PSOE y calificó de “lamentables” los comportamientos machistas que se investigan. Acusó a los socialistas de “hipocresía” y recordó que este tipo de conductas pueden conllevar consecuencias penales.