El contubernio de la vileza
La imagen de un Pedro Sánchez humillado y suplicante ante el prófugo Puigdemont demuestra la sucia y baja calaña del presidente del gobierno de España.
El suyo es un modelo repugnante de vileza política que degrada a España, a los españoles, a la Unión Europea y a la misma democracia como modelo de gobierno.
Hasta ahora se ha sentido fuerte y seguro controlando el poder, a pesar de estar acosado por la corrupción y el rechazo popular y de ser minoritario, porque ha organizado un contubernio que congrega a los partidos que odian la libertad y desprecian a España.
“El sanchismo es el contubernio de la vileza”.
En ese contubernio militan los socialistas, tradicionalmente enemigos de España, los totalitarios comunistas, los ex terroristas vascos, los mercenarios del PNV y los golpistas catalanes, llenos de odio y desprecio a la nación española.
Su actual obsesión es recomponer el contubernio de los viles, del que se ha fugado el partido de Puigdemont, dinamitando así su mayoría parlamentaria y dejándolo en una insoportable debilidad para gobernar.
Pedro Sánchez tiene decenas de razones para dimitir, pero no piensa hacerlo, ni siquiera cuando sea imputado por la Justicia. Esas garras clavadas en el sillón del poder es una vergüenza para todo el mundo libre y decente. En cualquier otro país serio del mundo habrían dimitido sus gobiernos por menos lacras y bajezas de las que acumula Pedro Sánchez.
Cualquier ciudadano medianamente informado podría enumerar una docena de razones para que Sánchez dimita: el caso Koldo y la compra fraudulenta de mascarillas en lo peor de la pandemia; las investigaciones sobre su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias y malversación; el escándalo de Ábalos y el «caso Delcy»; la amnistía a cambio de votos; la ley del “solo sí es sí” que permitió la excarcelación de delincuentes sexuales; el pacto con Bildu para gobernar en Navarra y en decenas de ayuntamientos; el acercamiento masivo de presos etarras; la derogación del delito de sedición y la rebaja de la malversación a medida para Puigdemont y compañía; la entrega de competencias del Estado al separatismo catalán a cambio de siete escaños; la manipulación descarada del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas, del CIS y de RTVE…
La lista es tan larga que resulta agotadora. Y, sin embargo, Sánchez no dimite. Ni dimitió cuando se demostró que mintió en su tesis doctoral, ni cuando mintió sobre los pactos con Bildu, ni cuando mintió sobre la amnistía («en mi vida voy a aceptar una amnistía»), ni cuando mintió sobre los indultos, ni cuando se demostró que su Gobierno fue el más corrupto de la democracia en tiempo récord.
No dimitirá aunque el juez le impute, como parece cada vez más probable. No dimitirá porque no puede: el sillón no es ya un asiento, es una garra metálica que le atraviesa la carne y le impide soltarse sin desgarrarse entero.
En cualquier país occidental mínimamente serio —Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Países Bajos, Dinamarca…— un solo escándalo de esta magnitud habría provocado la caída inmediata del Gobierno. Boris Johnson dimitió por una tarta de cumpleaños en Downing Street durante el confinamiento. Liz Truss dimitió por un plan fiscal que duró menos de dos meses. En Francia, un ministro cae por una cena con langosta.
En España, Pedro Sánchez acumula cadáveres políticos y éticos en el armario y sigue paseándose por el hemiciclo como si nada.
¿Por qué? Porque el sanchismo no es solo un Gobierno. Es un régimen que se sostiene gracias a un contubernio entre quienes, por motivos distintos, odian o desprecian la idea misma de España como nación libre, soberana e igualitaria.
En ese contubernio militan los partidos canallas de la vileza, desde los herederos de los asesinos de ETA a los comunistas teñidos de rojo sangre, herederos directos del estalinismo y del maoísmo, sin olvidar a mercenarios vascos del PNV y golpistas catalanes de toda estirpe corrupta.
Todos ellos, juntos, suman una mayoría parlamentaria que permite a Sánchez seguir en La Moncloa, aunque el 70 % de los españoles desapruebe su gestión, según las encuestas serias.
Sánchez no gobierna España: gobierna contra España. Y lo hace gracias a la cobardía de las grandes instituciones defensivas de la nación, desde la Monarquía y la Milicia, con la complicidad de una parte de la prensa adicta, de un sector de la judicatura intimidada y de unas instituciones que ha ido colonizando a toda velocidad.
Este no es un Gobierno débil que se agarra al poder por supervivencia. Es un proyecto deliberado de destrucción nacional que se siente fuerte porque sabe que, mientras mantenga unidos a los enemigos de España, nadie le podrá echar. Ni la Justicia (a la que intenta neutralizar), ni la oposición (a la que intenta ilegalizar o deslegitimar), ni la Corona (a la que ha convertido en convidado de piedra), ni la calle (a la que ignora o reprime).
El sanchismo es, en definitiva, el contubernio de la vileza: la alianza de quienes prefieren destruir un país antes que renunciar a un solo gramo de poder. Y mientras ese contubernio siga funcionando, Pedro Sánchez no dimitirá porque sabe que, si suelta el sillón, se desmorona todo el castillo de naipes que ha levantado sobre la ruina moral e institucional de España.
España merece algo mejor que este océano de vileza, bajeza y poder prostituido.












Pedro Sánchez no dimitirá porque….ES UN DICTADOR….y si pudiera…seria como Nicolas Maduro……..tiene has ta los de su partido…asustadisimos……….que los hecha se quedan sin trabajo…si les lleva la contra………nunca mas deberia mandar en España el partido este………han cogido el PODER……..y no lo sueltan pase lo que pase………tal como paso en Venezuela….con Chaves …y Maduro…..
y los que vivimos aqui…….pues a Sobrevivir…….la locura del alquiler…la falta de vivienda………la pobreza…….la poca esperanza en los politicos……..
Este va a acabar muy mal. El Karma existe . Tal vez se lo coma por dentro una bacteria terrible. Tal vez , uno de sus socios del ” Caserío, me fío..”, le pegué un tiro. Tal vez, caiga arrastrado por el narcotráfico venezolano. Tal vez, los marroquíes lo liquiden.. El Karma tiene muchas opciones. Lo que está claro es que va a acabar muy mal. El Karma existe. No la hagas, no la temas.
Pues parece ser que le ha pasado algo similar en Marruecos donde ha estado hoy el y 6 ministros
Parece ser que no ha habido ninguna explicacion sobre los 12 acuerdos dicen de cooperacion
Se ha comentado sobre las aguas de Canarias unos islotes españoles ricos en minerale y las fronteras de Ceuta y Melilla
Quiero dar las gracias a este medio digital por publicar mis comentarios. A veces me los publican, otras veces no. Cuando no me los publican pienso que es porque me he pasado de frenada y me están protegiendo. Gracias por dejarme escribir y publicar lo que pienso
Al parecer, para investigar a Sánchez si así lo indicase un juzgado, sería necesario la aprobación del suplicatorio por parte del Congreso de los Diputados (que, al parecer, según he leído no puede basarse en partidismos, ni en amiguismos); pero si hubiese que investigar a una persona jurídica como al partido socialista, sí podría llegarse hasta una especie de suspensión, o algo así, según le entendí al que fue fiscal de la Audiencia Nacional que habló ayer en el Cascabel.