Del prostíbulo a prisión
Ramón Pérez-Maura.- No es la primera vez que un exministro de nuestra democracia ingresa en prisión. José Luis Ábalos es el tercero del PSOE que lo hace tras José Barrionuevo y José Antonio Griñán. Y con ello el PSOE empata los tres exministros del PP que también pasaron por la cárcel: Rodrigo Rato, Eduardo Zaplana y Jaume Matas. Pero como tantas veces durante el sanchismo esta es la primera vez en un hecho muy concreto. Es la primera vez desde las elecciones de 1977 que entra en prisión un diputado en ejercicio que en esa condición es un aforado. No paramos de mejorar.
El problema es que todas las cosas gravísimas que ocurren en España parecen asuntos marginales porque cada día hay un problema más grave que el anterior. El intento persistente de este Gobierno de minar nuestra democracia de 1978 ha llegado a hacernos ver que el problema no es el Gobierno de la nación y todo lo que rodea al sanchismo. El problema es ¡la derecha! Y lo están logrando inculcar con diferentes argumentaciones.
La más falaz es la de que el PP y Vox son la misma cosa. Qué se ve contrarrestada por Vox diciendo que el PP y PSOE son lo mismo porque en el Parlamento Europeo votan juntos en algunos asuntos. Partidos diferentes pueden votar juntos en cualquier cámara democrática. Núñez Feijóo está dando una batalla por derrotar al PSOE desde la moderación y Vox por hacerlo desde la oposición radical. Yo sostengo la teoría de Mariano Rajoy de que al extremismo hay que derrotarlo desde el moderantismo, no desde otro extremismo. Habrá que ver en qué se traduce eso en las urnas.
Sánchez intenta hacernos creer que él fue engañado por Ábalos, Cerdán y Koldo y que él es un hombre de una trayectoria pulcra. Un individuo al que le financió su campaña en las primarias el negocio de prostitución de su suegro, que ha empleado el palacio de la Moncloa para que su mujer tuviera un chiringuito con el que forrarse y a su hermano lo colocó en una cátedra de una diputación provincial para que cobrase sin trabajar. Este es el presidente ejemplar.
Pero lo más deprimente es que cuando uno atiende lo que se propala desde el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada, el mensaje es elaborado con tal habilidad, que resulta que ahora los campeones del sanchismo, Ábalos, Cerdán y Koldo, son los únicos culpables de sus negocietes. Sánchez recorrió media España en un Peugeot con ellos, pero nunca les escuchó nada inconveniente. Cada vez que pasaban por delante de un prostíbulo de carretera con todas sus luces encendidas, Ábalos no hacía el más mínimo comentario. Y a Sánchez, un mantenido de su suegro, que Ábalos fuera un prostibulario tampoco le iba a parecer mal. Era uno de los suyos. Uno de los suyos que ha ido del prostíbulo a prisión.
La degradación moral de nuestra democracia implica un elevado riesgo para el futuro de España. El núcleo duro del sanchismo, dos secretarios de Organización y el aizkolari ejemplar, están en prisión o lo han estado recientemente. Sumemos eso, nada más, a que Sánchez es incapaz de sacar adelante unos presupuestos por tercera vez consecutiva y que en siete años solo ha conseguido aprobar unas cuentas y resulta incontestable que esta democracia ha entrado en un estado fallido.











