La grandeza de lo divino trasciende credos y fronteras
Fraguas. +- Tengo un amigo íntimo; bueno, tengo dos porque son gemelos. Son de esas personas que las conoces y las quieres toda la vida.
Amado lector, no es la primera vez que me presento como un cristiano convencido, mal católico; pero con un profundo amor por nuestro Señor y por su Santa Iglesia.
No explico mi condición porque sí; sino por poner a colación que estos dos amigos son musulmanes.
Hoy es muy frecuente el enfrentamiento político entre las dos culturas. De hecho yo soy un ariete constante contra el Islam y aún así ellos me aceptan, me toleran, me contradicen, me contestan; pero sé de cierto que no dejan de quererme.
Eso es mutuo. Porque en la peor de las condiciones futuras, en la peor tribulación y en el castigo en la Tierra; con ellos siempre tendré una casa, una familia y amor. Espero que sepan que ofrezco lo mismo, no tengo dudas.
Si alguien me hace replantear mis convicciones religiosas son ellos.
Discutimos de religión, de Gaza, Palestina e Israel. Discutimos por la efervescencia político-religiosa. Pero siempre terminamos con risas.
Hoy no ha sido diferente; pero sí mas profundo. Younes, que así se llama el hermano del gemelo Youssef, mis amigos, me ha enviado un video que tomó (en Batumi, Georgia) de una señora rezando en la calle. A él le dió paz y así me lo hizo saber y yo no pude más que contestarle de corazón esto:
Mírala como se presenta ante el Señor. Natural, como es, sin condiciones, sin templo. En la calle, sin soltar la compra. Donde le nace y le pide el corazón honrar al Señor.
Sin reglas, sin imposiciones, sin distinción entre hombre y mujer.
Ante Dios no hay hombres, ni mujeres; sólo almas.
Y de esa manera Jesús (Isha) nos mira.
Él dijo: “Sólo se llega al Señor a través de mi. Porque Él y Yo somos Uno”.
Eso no significa que solo los Cristianos lleguen. Sino que Él aceptará a cualquier alma buena; aunque no lo haya seguido en vida.
Por tanto, esa mujer está dando las gracias de corazón a Ese que ya le ha perdonado todos sus pecados y le ha concedido la vida eterna.
Con el Sacrificio de Jesús ya dejaron de valer los Sacrificios de animales. Nadie puede superar eso en la Tierra. Superó a la intención de Abraham de sacrificar a su hijo. Superó a las hecatombes (Sacrificio de 100 bueyes en Grecia)
Porque el cordero fue Jesús.
Por eso lo llamamos el Cordero de Dios.
El Sacrificio supremo que acabó con todos y nos redime a todos. A todos es todos.
No hay guerra en su discurso. No hay odio, no hay imposiciones. Sólo amor y perdón.
Nadie encontró ninguna incongruencia en su palabra en 2000 años.
Y así, amado lector, me quedé pensando en la gloria matutina que ofrece el cielo a las seis de la mañana y así se lo transmito a usted..
Un saludo y Ave María Purísima.












Cuando conoces a una persona buena, intachable, puede ser que ni siquiera vaya a Misa, o quizá no practique ningún Credo. Simplemente es una persona que, desinteresadamente, te abra su casa y te dé su comida. Dios o la Deidad que sea, habita donde menos lo esperas, incluso sin manifestarse. “Por sus obras, lo conocereis”