Cómo proteger tus cuentas online sin cambiar tu rutina
Tus cuentas guardan muchísima información personal. También pueden usarse para acceder a otras cosas, como tu dinero o incluso tu identidad. Si todavía no te tomas en serio la seguridad de tus cuentas, ha llegado el momento de hacerlo.
Con pequeños ajustes puedes proteger tus datos sin alterar tu día a día. No necesitas ser un experto en tecnología, simplemente prueba algunas de estas opciones.
Utiliza un gestor de contraseñas
Seguro que lo has oído mil veces: “no uses la misma contraseña para todo”. El problema es que recordar varias contraseñas seguras puede ser un auténtico dolor de cabeza. Pero ahí es donde entra en juego un gestor de contraseñas.
Este tipo de programa guarda todos tus datos de inicio de sesión en un solo lugar, así que no tienes que memorizarlos todos. Solo necesitas recordar una contraseña maestra: la que te da acceso a todo.
Además, te quita la tentación de reutilizar contraseñas o crear otras más simples y fáciles de adivinar. Con un clic puedes generar contraseñas aleatorias y muy seguras, lo que hace casi imposible que los hackers las descifren.
Usa las funciones de seguridad integradas
La mayoría de tus dispositivos, aplicaciones y plataformas online ya cuentan con herramientas de seguridad integradas para proteger tus cuentas. Desde el reconocimiento facial o de huella dactilar en tu móvil hasta el cifrado de tu correo electrónico, estas funciones te ayudan a mantener tus datos a salvo sin complicarte la vida.
También merece la pena utilizar una VPN cuando te conectes a redes Wi-Fi públicas o poco seguras. Una VPN cifra tu conexión a internet, impidiendo que terceros puedan ver lo que haces o interceptar tus datos personales mientras navegas.
Activa la autenticación en dos pasos (2FA)
Puede sonar más complicado de lo que es. La autenticación en dos pasos simplemente añade una capa extra de seguridad entre tu cuenta y cualquiera que intente entrar sin permiso. Aunque alguien consiga tu contraseña, no podrá acceder sin un segundo método de verificación, normalmente un código que recibirás en tu teléfono.
Configurarla es muy fácil, y aunque supone un pequeño paso adicional al iniciar sesión, la tranquilidad que te aporta lo compensa. Ya sea en tu banco, tus redes sociales o tu correo electrónico, la 2FA garantiza que solo tú puedas entrar en tus cuentas.
Mantente alerta ante las estafas
Cada año, las estafas se vuelven más creíbles y difíciles de detectar. Desde correos electrónicos de phishing hasta páginas web falsas, los ciberdelincuentes no dejan de inventar formas de engañarte para que reveles tus datos personales.
Para evitar caer en la trampa, piensa dos veces antes de abrir correos o mensajes que no esperabas, sobre todo si te piden información sensible como tus datos de acceso o bancarios. A menudo intentan generar sensación de urgencia para pillarte desprevenido.
Comprueba siempre que la dirección web coincide con la oficial y revisa bien el correo del remitente. Si algo te resulta sospechoso, no hagas clic en los enlaces. Es mucho más seguro entrar directamente en la web oficial o contactar con la empresa a través de su número de atención al cliente.
Puede que nunca te hayas parado a explorar estas opciones, pero nunca es tarde para activarlas. Normalmente basta con entrar en los ajustes y habilitar las opciones de seguridad disponibles. Son pequeños cambios que pueden marcar una gran diferencia a largo plazo.












