Una pastora celebra una «boda poliamorosa» entre cuatro hombres en una iglesia protestante de Berlín
Una pastora de la Iglesia protestante alemana ha protagonizado un nuevo escándalo tras celebrar una «boda poliamorosa» entre cuatro hombres en una iglesia de Berlín. El acto, que tuvo lugar el pasado verano en el barrio de Kreuzberg, ha sido revelado ahora por el diario Berliner Zeitung y ha desatado una tormenta política y moral en el país.
La ceremonia fue oficiada por Lena Müller, de 33 años, quien publicó en Instagram que había celebrado su primera «poly wedding» —una unión simbólica entre cuatro hombres—. «Cuatro jóvenes dijeron ‘sí’ el uno al otro, celebraron el amor con nosotros y se pusieron bajo la colorida bendición de Dios«, escribió junto a una fotografía en la que aparecía con el grupo.
Según la ministra, los participantes eligieron el versículo bíblico «El amor nunca termina» y se declararon «una comunidad abierta y generosa». Müller describió su decisión como «una expresión de inclusión y diversidad».
La ceremonia, sin embargo, no tiene validez legal. El Código Civil alemán prohíbe expresamente la poligamia y las uniones múltiples. El artículo 1306 establece que «no puede contraerse matrimonio si una de las personas está ya casada o unida civilmente con otra».
El obispo de Berlín, Christian Stäblein, confirmó que no se trató de una ceremonia oficial de la Iglesia Evangélica, sino de un acto informal dentro de un «festival de bodas» que permitía celebraciones simbólicas sin registro civil.
Aun así, el gesto ha provocado indignación entre fieles y juristas, que lo consideran un desafío directo a la moral cristiana y a la ley alemana. Paradójicamente, algunos obispos protestantes han cerrado filas con la pastora. En un comunicado, la Iglesia Evangélica de Berlín-Brandeburgo dijo estar «consternada por el odio que Lena Müller está recibiendo» y expresó su apoyo a la ministra.
Müller, que se autodefine como «feminista, interseccional y antirracista«, se ha convertido en un símbolo de la deriva ideológica de ciertas ramas del protestantismo alemán, cada vez más alejadas de la doctrina cristiana tradicional y más próximas al activismo político y de género.
En declaraciones al periódico NOZ, la pastora defendió su decisión con una frase que ha avivado aún más la controversia: «¿Qué podría tener Dios en contra de que ahora sean cuatro en lugar de dos?».
El episodio se suma a la creciente instrumentalización de las iglesias progresistas en Alemania, que en nombre de la «inclusión» promueven un mensaje cada vez más politizado y desarraigado del cristianismo histórico. Mientras tanto, los sectores conservadores denuncian la banalización del matrimonio y la fe, convertidos en escenarios de militancia ideológica dentro de templos que, antaño, fueron lugares de oración.












Una locura TOTAL.
Una porquería más de la progresía y un sinsentido de esa herejía llamada protestantismo. Qué asco!!!!