El panorama regulatorio en los juegos de azar en línea: perspectivas de España y lecciones para Chile
Los avances tecnológicos han ayudado a la industria del juego en línea a convertirse en uno de los sectores más lucrativos del mundo durante el siglo XXI.
Sin embargo, la velocidad a la que evoluciona la tecnología crea numerosos desafíos para los gobiernos en materia de las licencias y la regulación.
Con eso en mente, siga leyendo mientras observamos el panorama global actual, antes de evaluar dos países culturalmente vinculados que se encuentran en diferentes etapas de su proceso regulatorio.
Contexto global
El Reino Unido cuenta con uno de los marcos regulatorios más sólidos del mundo. Su modelo ha servido de referencia para la implementación en numerosos países.
Esto incluye a Malta, que recientemente ha tomado medidas revisando sus esquemas de supervisión con el objetivo de garantizar el cumplimiento y la integridad.
India ha creado una nueva Ley de Promoción y Regulación de Juegos de Azar en Línea que ayudará a diferenciar entre juegos basados en habilidades y juegos de azar.
Estados Unidos ha estado tratando de mantener bajo control los mercados de predicción y las plataformas de apuestas de acciones de fantasía, separando las que caen bajo la regulación financiera y de apuestas.
Brasil lanzó su mercado regulado de apuestas en línea bajo sus reglas federales de licencias y contra el lavado de dinero a principios de este año.
Los gobiernos de todo el mundo han aceptado el hecho de que los juegos de azar digitales son la corriente principal y sus reglas deben reflejar el panorama moderno.
España: Un caso de rápida evolución
España ha registrado un crecimiento increíble en su industria del juego en línea en los últimos años.
Los ingresos brutos del juego (GGR) del país para el sector en línea aumentaron a aproximadamente 1.454 millones de euros el año pasado, un aumento del 17,6 por ciento con respecto a 2023.
El número de jugadores en línea activos en España también ascendió a casi dos millones, registrando un aumento interanual del 21 por ciento.
La actividad de los casinos en línea en España asciende a unos 730,7 millones de euros, mientras que la cifra de las apuestas deportivas se situó en unos 608,9 millones de euros en 2024.
Los reguladores se han movido para actualizar sus medidas de cumplimiento. Los operadores pagaron más de 140 millones de euros en multas y sanciones el año pasado, lo que refleja el enfoque riguroso de España en materia regulatoria.
España recientemente permitió que los bonos de bienvenida volvieran a la escena del juego. Los operadores inevitablemente comenzaron a gastar más en marketing, desembolsando 526 millones de euros en 2024.
El país es un ejemplo de élite de una nación que se ha movido con los tiempos y se ha adaptado rápidamente a la nueva realidad, combatiendo las preocupaciones sobre el daño, la publicidad y las fugas en el extranjero.
Lo que Chile puede aprender
Mientras que los casinos físicos están prosperando en Chile, el panorama regulatorio en el sector en línea se encuentra actualmente en un estado de cambio.
Alrededor de 5,4 millones de chilenos acceden a plataformas de apuestas, con más de 3.100 millones de dólares en ingresos brutos que escapan de la economía a plataformas en el extranjero.
Chile implementó recientemente un impuesto del 20 por ciento para los operadores de iGaming con licencia, más IVA adicional y contribuciones para el juego responsable.
Su objetivo es garantizar que los ingresos generados por los casinos en línea nuevos y las plataformas establecidas beneficien a la economía chilena y no a otras naciones.
Chile puede aprender mucho de España en su lucha por hacerse con el control de un sector que ha florecido a pesar de la falta de supervisión regulatoria.
Herramientas como la verificación de edad, la detección de riesgos en tiempo real y los límites de publicidad, ayudarán a Chile a crear un panorama en el que los casinos en línea legales puedan prosperar.
Ser ágil y proactivo en lo que respecta a la regulación es crucial. España restringió las promociones cuando se volvieron excesivas y las reintrodujo una vez que se controlaron los abusos.
Chile debe considerar la reestructuración de su marco con mecanismos incorporados para monitorear los cambios en el mercado y adaptarse rápidamente.
El gobierno también puede aprender de la transparencia y los informes al estilo español, que cubren todo, desde los usuarios activos hasta el crecimiento del segmento y el gasto en marketing.
El país europeo publica datos trimestrales detallados sobre la industria, y Chile puede usar medidas similares para monitorear y adaptar las políticas.












