La azteca Sheinbaum y la sumisión de Sánchez
Francisco Marhuenda.- La fuerza de Sánchez reside en su falta de empatía, como explican sus amigos y aliados, su arbitrariedad y su ausencia de principios. Esto hace que sea un rival difícil de batir.
La humillación frente a Claudia Sheinbaum es, simplemente, repugnante. No hace más que confirmar su ignorancia en este terreno y me sorprende que un diplomático como Albares asuma un papel tan bochornoso. Hay momentos en los que es más importante la dignidad y la defensa de España que aceptar unas órdenes denigrantes. Es cierto que Sánchez ha convertido la mentira en su razón de ser, pero ha llegado a unos extremos asombrosos.
Con Sheinbaum, que no tiene ningún ancestro azteca o de los pueblos originarios subyugados por ellos, no hay otra opción que plantarle cara. Es lo que hizo Trump con el necio de Antonio Manuel López Obrador y ahora con la pija presidenta mexicana. Es evidente que acertó, porque ambos se transformaron en unos caniches obedientes y dispuestos a mover la cola ante el poderosos presidente de Estados Unidos. No he visto que estos dos ignorantes reclamen la devolución de los territorios que robaron a México.
El revisionismo sobre la conquista de América es un relato tan persistente como infundado de la izquierda populista mexicana. Lo utiliza en su estrategia política mientras se humilla ante el vecino del norte. La idealización del pasado es habitual, pero carente de rigor histórico. En lo que hace referencia al brutal régimen organizado por los aztecas, que estaba basado en la esclavitud, la crueldad, el canibalismo y el sometimiento del resto de pueblos, existe una información tan amplia que ni siquiera la ignorante de Sheinbaum puede negar. Los historiadores no necesitan interpretar o llenar huecos especulando, porque las fuentes son muy completas. Lo mismo se puede decir del proceso civilizador emprendido por los españoles y apoyado por los pueblos oprimidos por los aztecas.
En cualquier caso, los historiadores rigurosos, no me refiero a los servidores de la izquierda política española o iberoamericana, parten de una contextualización que permite entender lo que sucedió. Por supuesto, no se puede hacer una labor historiográfica limitándose al análisis a partir de nuestra mentalidad actual. Cualquier exceso en el proceso de conquista fue mucho menor que el cometido por los aztecas o los incas contra el resto de las poblaciones que habitaban en los territorios que ocuparon a sangre y fuego. Por supuesto, infinitamente más humano e integrador que el perpetrado por los ingleses, los franceses o los belgas, por citar algunos ejemplos, en sus colonias.
Otra diferencia es que para la Corona española eran virreinatos y los matrimonios eran algo tan normal como aceptado institucional y religiosamente. No digo que fuera un proceso de integración perfecto, evidentemente, pero nada que ver con las prácticas racistas y brutales del imperialismo que impulsaron el resto de los países europeos. Otra cuestión distinta es la enorme manipulación que significó y significa la Leyenda Negra, que no tenía ningún fundamento histórico.
El nacimiento de las republicas iberoamericanas fue el resultado de una traición de las elites españolas en los virreinatos que desataron una guerra civil para satisfacer sus ambiciones políticas y personales. No fue un movimiento que contará con un apoyo generalizado, sino más bien escaso, de las poblaciones indígenas, que con una terminología muy cursi algunos denominan originarias. En esto de originarias deberíamos provocar un efecto dominó de peticiones de perdón en el mundo que alcanzaría niveles hilarantes. Es un deleznable revisionismo histórico, como el que sufrimos en España desde las disparatadas leyes de memoria histórica impulsadas por Zapatero y seguidas por Sánchez, que se ha convertido en un discípulo aventajado. La ingeniería social del sanchismo es algo muy característico de la izquierda radical, que alcanza su más triste expresión con las dictaduras comunistas impuestas por la Unión Soviética en la Europa del Este tras la Segunda Guerra Mundial y en África con la descolonización, así como por la China de Mao en los países asiáticos.
El desprecio de Sánchez y sus seguidores por la patria supera cualquier límite que pudiéramos imaginar. No solo ha impulsado el espíritu guerra civilista, aunque algunos descienden de las familias que ganaron la Guerra Civil y se enriquecieron con la dictadura, y se ha rendido ante el independentismo catalán y ha blanqueado a los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA, sino que ha decidido abrazar las mentiras de la ignorante Sheinbaum que no tiene ningún antepasado mexica. Es muy triste que Albares o Urtasun, ambos diplomáticos, sean los instrumentos al servicio de la ignorancia del sanchismo.
Es cierto que hubo dolor e injusticia, como dijo el ministro de Asuntos Exteriores, pero fue el perpetrado por los aztecas. Los españoles fueron acogidos como liberadores. Es lógico que la presidenta mexicana, cuya familia provenía de Lituania y Bulgaria, se sienta satisfecha ante el acto de humillación, aunque considera que no es suficiente. Es conocida mi simpatía por la población judía, por ello me da mucha pena que una científica de origen esquenazi y sefardí pueda ser tan ignorante en el terreno histórico. No me sorprende, porque su radicalismo de izquierdas la convierten en una fanática y sectaria. En su momento fue un acierto no contestar a la disparatada carta que López Obrador envió al Rey de España. Lo lógico sería que Sánchez hubiera mantenido esa línea de coherencia en lugar de vender a España para complacer a Sheinbaum, aunque, una vez más, no nos tenemos que sorprender, porque es lo mismo que hizo con el independentismo catalán al aprobar la esperpéntica ley de amnistía que el sanchista Conde-Pumpido y sus mariachis declararon constitucional con unos argumentos inconsistentes que son hijos de la maldad y la ignorancia. Nos puede escandalizar lo que ha sucedido y que se reescriba la Historia, pero no nos puede sorprender, porque es coherente con la trayectoria de Sánchez y sus mentiras.











