Abascal, ¿Patria o partido? Vox rechaza la mano tendida por Alvise Pérez para reconfigurar a la derecha identitaria española
Ignacio Andrade.- El líder de Se Acabó la Fiesta (SALF), Alvise Pérez, ha vuelto a sacudir el panorama político con una oferta sorprendente dirigida a uno de los referentes de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. Pérez propuso públicamente que Espinosa encabezara la lista de SALF en las próximas elecciones generales, asegurando que él mismo estaría dispuesto a “echarse a un lado” pese al éxito de su formación en las europeas de 2024.
“Le ofrezco echarme a un lado pese a que me hayan votado más de 800.000 españoles y que él sea el número 1 de SALF a las elecciones generales”, declaró Pérez en un mensaje difundido en sus redes.
La iniciativa no es un simple gesto político. Representa un intento explícito de unificar el voto de la derecha alternativa, que hoy se encuentra dividido entre Vox y el fenómeno emergente de SALF.
El movimiento encabezado por Alvise Pérez irrumpió en las elecciones europeas de 2024 con más de 800.000 votos, situándose como quinta fuerza nacional y robando protagonismo a Vox en varios territorios. Su discurso, centrado en la denuncia de la “corrupción del sistema”, el rechazo a la inmigración ilegal y una retórica frontal contra los medios tradicionales, conectó con un electorado joven, descontento y muy activo en redes sociales.
Por su parte, Vox —que en 2023 aún mantenía su papel como tercera fuerza en el Congreso— ha sufrido un desgaste progresivo. Las tensiones internas, el cansancio de su electorado y la competencia directa de SALF han obligado a la formación de Santiago Abascal a repensar su estrategia.
En ese contexto, la oferta de Alvise a Espinosa de los Monteros puede leerse como un intento de reposicionamiento: una invitación a fusionar la energía antisistema de SALF con la experiencia institucional de los antiguos dirigentes de Vox.
La oferta a Espinosa de los Monteros
El gesto de Pérez no fue casual. Espinosa de los Monteros, uno de los fundadores de Vox, abandonó la primera línea política en 2023 tras discrepancias con la dirección de Abascal. Sin embargo, su figura sigue siendo muy valorada entre los votantes conservadores por su perfil liberal y su discurso más moderado dentro del partido.
Pérez, consciente de ello, lanzó la propuesta directamente a través de sus canales:
“Le invito a que lidere el proyecto, que sea el número uno, porque lo importante no son los egos sino salvar España de los corruptos y del sanchismo.”
Hasta el momento, Espinosa no ha respondido públicamente a la oferta, aunque fuentes cercanas al exdiputado aseguran que “la propuesta fue escuchada con respeto, pero sin compromiso alguno”.
Vox y SALF: enemigos íntimos
A pesar de los llamamientos a la unidad, la relación entre Vox y SALF dista de ser cordial. En los últimos meses, Alvise Pérez ha denunciado públicamente supuestas irregularidades económicas en la fundación vinculada a Vox, mientras que dirigentes del partido de Abascal le acusan de “desinformar” y de actuar como “divisor del voto patriótico”.
Desde Vox, sin embargo, se evita una confrontación abierta. La dirección de Abascal ha reconocido “contactos informales” con el entorno de Alvise, pero insiste en que “no hay negociaciones políticas” en marcha.
Esta ambigüedad refleja un dilema estratégico: enfrentarse abiertamente a SALF podría fortalecer su narrativa antisistema; ignorarlo, en cambio, permitiría que siga creciendo en los márgenes del descontento social.
De concretarse un acercamiento real, abriría un nuevo frente de competencia o cooperación que alteraría la correlación de fuerzas frente al PP y al Gobierno de coalición de izquierdas.
Además, el discurso “transversal” de Alvise —que combina populismo de derechas con retórica anticasta— podría atraer a votantes desencantados tanto del PP como de Vox, modificando el mapa político.
Muchos analistas interpretan la oferta de Alvise como un movimiento táctico. Al ofrecer el liderazgo a Espinosa, Pérez proyecta una imagen de generosidad y unidad, mientras reafirma su papel como referente de la nueva derecha.
El politólogo David Redondo lo resume así: “Alvise no busca entregar su proyecto, sino legitimarlo. Ofrecer el número uno es un modo de decir: ‘yo no tengo ambición personal, tengo una misión’. Es un relato potente en tiempos de desafección”.
Por ahora, no existe ningún acuerdo formal entre SALF y Vox, y todo indica que el parido verde ya ha rechazado la posibilidad de cualquier entente entre ambas formaciones, por lo que parece probable que seguirán compitiendo por separado en las próximas elecciones generales. Sin embargo, la oferta de Alvise marca un antes y un después en el espacio político de la derecha: abre el debate sobre la necesidad —o la posibilidad— de una reconfiguración del bloque a la derecha del PP.
Lo que está en juego no es solo una alianza entre dos líderes, sino el liderazgo del discurso identitario frente al actual Gobierno.
Mientras Vox defiende su identidad institucional, SALF avanza como una corriente que aspira a canalizar el malestar ciudadano.
Y en esa pugna, la oferta de Alvise Pérez a Vox no ha sido un gesto vacío, sino el primer capítulo de una disputa por el futuro de la derecha identitaria española.












Deseo dejar claro, que en mi numerosa familia, las veces que votamos a VOX, lo hicimos con preocupación, porque ninguno confiábamos en Espinosa de los Monteros.
El tiempo nos dio la razón, cuando finalmente traicionó a VOX, con la repugnante mentira, de que dejaba el partido por motivos familiares.
Segundas partes nunca fueron buenas. Enemigo o traidor que se marcha, puente de plata.
De acuerdo.
ES verdad los que dices, Estoy de acuerdo contigo.
Yo no vi a ninguno decir nada del falsovid más bien todos callados y pidiendo más confina-miento. Lo que hicieron en 2020 todos tiene que enterrarlos vivos.
Sr. Alvise, si de verdad desea que triunfen las derechas y derrotar a estos socialistas que tanto daño están haciendo a España. No cree un parido nuevo que su misión oculta (es lo que parece) es dividir el voto de los auténtico patriota y que no puedan formar gobierno.
Si de verdad su actitud no responde a esa intención, únase a vox y formen un solo partido.
No son ardillas, son ratones.
Lo de ratón es poco. Es una RATA de la cloaca de Moncloa . Le hubiera dado más positivos, Juan, pero el sistema no me lo permite. Comparto su comentario pero yo lo elevo a RATA
Mientras ninguno digan la verdad de lo que pasó en el 2020 y pidan perdón no hay nada que hacer. El fraudescal el primero en ponerse la mascarilla y alvise no termina de ir a la raiz.
La Plandemia retrató a Vox. Mercenarios de las Farmafias. El servilismo de Abascal a Nethanyaju es repugnante. La Patria de Abascal es Israel, la de Alvise es España. SALF tiene más futuro que Vox (un cadáver en descomposición)
Mejor si defendiera a hamas, verdad,