El silencio y la cobardía disfrazada de prudencia de la Conferencia Episcopal ante el aborto: los obispos renuncian a defender lo que dicen sagrado
AD.- En medio de uno de los debates más profundos y sensibles de nuestra sociedad —el del aborto—, resulta imposible no advertir el silencio casi absoluto de la Conferencia Episcopal. Quienes deberían ofrecer una palabra orientadora, o al menos una reflexión pública coherente con la doctrina que dicen defender, optan por la reserva, el matiz o la ausencia. Ese silencio, en un tema que toca el núcleo mismo de la enseñanza católica sobre la vida humana, no puede entenderse sino como una forma de renuncia. Su silencio, más que prudencia, empieza a parecer complicidad.
No se trata de exigir una cruzada ideológica ni de reclamar sermones anclados en el pasado. Se trata, simplemente, de coherencia. La Iglesia ha sido históricamente una de las voces más firmes en la defensa de la vida. Su doctrina no admite ambigüedades: cada vida es sagrada, desde la concepción hasta la muerte natural. Sin embargo, mientras en los parlamentos se aprueban leyes que amplían el acceso al aborto y en la opinión pública se consolida una visión cada vez más relativista del valor de la vida, la jerarquía eclesiástica parece replegada en un silencio estratégico, quizá temerosa de incomodar o de perder influencia en una sociedad crecientemente secularizada.
Un mutismo que duele y desconcierta a los católicos
Ese mutismo genera desconcierto incluso entre los creyentes más fieles. ¿Dónde está la autoridad moral que antaño no temía incomodar al poder político o desafiar la opinión pública? ¿Acaso el temor a perder relevancia social ha llevado a la Iglesia a una estrategia de perfil bajo? Si es así, ese cálculo es moralmente ruinoso. El Evangelio no se predica por conveniencia, y el valor de la vida humana —según la propia doctrina católica— no se negocia.
No se puede defender la dignidad humana a medias. Una Conferencia Episcopal que calla ante la expansión del aborto pierde autoridad para pronunciarse sobre cualquier otro asunto ético. El silencio, en este contexto, no es neutral: es una forma de consentimiento.
Quizás ha llegado el momento de que los obispos recuerden que su misión no es medir encuestas, sino ser testigos de una verdad incómoda. Porque si la Iglesia renuncia a hablar cuando más falta hace su voz, entonces su silencio deja de ser prudente y se convierte en un escándalo moral.
,Porque la autoridad ética no se conserva callando, sino ejerciéndola con convicción y coherencia. El silencio no preserva el prestigio de la Iglesia; lo erosiona. No la hace más cercana a la sociedad; la vuelve irrelevante. Cuando los pastores callan, el mensaje del Evangelio se diluye en la confusión general, y los fieles quedan huérfanos de una orientación clara.
La Conferencia Episcopal < debe recuperar la capacidad de hablar con firmeza y compasión a la vez, sin miedo a la impopularidad. Callar ante el aborto, por prudencia o conveniencia, equivale a abdicar de su papel moral. Y en ese vacío, lo que debería ser una voz profética se convierte en un eco apagado de sí misma.












Nadie recuerda o no quiere recordar, que unos días antes de que se votase la Constitución, la CEE pidió a los católicos que ibamos a votar que No por su satánico artículo 15 que votásemos en Blanco. Y por último, hace unos días se han vuelto a reunir el masón y profanador de la tumba de Franco con el rito de “la venganza, el 8+1” y el clérigo Parolin en cargado de los asuntos exteriores del Vaticano y reconocido favorito de la masonería italiana. Si la cosa sigue así, va a cumplirse la profecía que señaló el FIN del Vaticano… Leer más »
Es como predicar que Cristo se callara cosas por si lo mataban
! Ay de los tibios y los cobardes Ellos no entrarán en el reino de los cielos! Dos millones y medio de niños abortados en España, futuros ciudadanos entregados al dios Moloch. Y estos señores obispos nada más preocupados por las rentas y las haciendas, IBIS y mamonear con el poder político ateo y masón decidido a acabar con el cristianismo en Occidente y hacer el reemplazo de la población en tiempo record. ! SEÑORES, USTEDES YA NO NOS REPRESENTAN Y NI CREEMOS NI EN SU PALABRA NI EN SU OBRA ! ! Por sus hechos los conoceréis ! !… Leer más »
Los del mandil permean todas las esferas de Poder, aunque en lo judicial y politico sea lo mas notorio, tampoco la IC esta libre de esta plaga.
Soy sacerdote y desde hace muchas décadas me indigna la actitud de la jerarquía eclesiástica. En la Iglesia actual hay pocas cosas satisfactorias. La Homilética es un gran desastre, la gestión hacia la vida pública, peor e inexistente; la fraternidad entre curas, igual; la catequesis infantil no transmite…
Entrevista a Jorge Vestringe en el Viejo Topo. Ah, eso es muy divertido. El Congreso aprobó la Ley del Aborto, y ésta pasó al Senado. Ahí AP organizó una campaña de obstrucción sistemática discutiendo cada coma y cada acento. El tema empezó a eternizarse, y la izquierda no lograba que se aprobara el texto. Un día, estando yo en el despacho de Fraga, llamó el Secretario de la Conferencia Episcopal. Fraga tomó el teléfono y se puso de pie; ponía cara de no entender nada. Cuando colgó me dijo que el obispo le había pedido que dejara de oponerse a… Leer más »
Perros mudos
Isaias 56, 10-11
Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.
La decadencia ya es total en todos los ámbitos.