Pedro Sánchez está de los nervios y Puigdemont se la juega con Orriols (Video comentario del escritor y periodista Joaquín Abad)
Todo comenzó el pasado miércoles durante la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. En su turno de palabra, la portavoz de Junts en la Cámara Baja, Míriam Nogueras, utilizó un juego de palabras para dirigirse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “Habría que hablar menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del cambio”.
El murmullo que siguió a estas declaraciones fue significativo. Poco después, el partido catalán refrendó el mensaje de Nogueras y aseguró que en Moncloa deberían estar atentos porque el aviso era “serio”. Según confirmaron a Onda Cero fuentes del partido de Carles Puigdemont, la alusión al cambio que hizo Nogueras no era “gratuita” y que el malestar con el Gobierno era real.
Comenzó entonces a sobrevolar la idea entre los medios de comunicación de una posible moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y la tensión siguió en aumento, sobre todo, a raíz de que Junts anunciara que su Ejecutiva se reuniría el próximo lunes en Perpiñán con su líder Puigdemont. Sobre la mesa, la posible ruptura con el PSOE que, posteriormente, consultaría a su militancia.
El malestar de los catalanes con el presidente se ha intensificado en los últimos días. La idea de una posible ruptura con el PSOE se gestó en una reunión que mantuvo Carles Puigdemont con sus alcaldes la semana pasada, un encuentro muy tenso en el que se puso de manifiesto la complicada situación para el partido del expresidente de la Generalitat fugado.
Los alcaldes de Carles Puigdemont están sufriendo la presión de un Salvador Illa que se estaba quedando con gran parte del territorio por la izquierda, y la presión de Silvia Orriols, cuyo partido, Aliança Catalana, le estaba “ganando el terreno” por la derecha. Explica ‘El Mundo’ que la formación de Orriols está creciendo cada vez más rápido en los sondeos y que dentro de Junts hay miedo por la posible fuga de votos que podría suponer.
De hecho, este sábado, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha pedido que “neutralicen” a aquellos partidos que buscan “incendiarlo todo atizando la división”. Turull ha querido lanzar un mensaje contundente contra las “políticas de resignación” y contra las fuerzas que, según él, “alimentan la división y el odio”. Sin mencionar a Aliança Catalana, ha advertido sobre aquellos partidos que “se alejan de los valores tradicionales del catalanismo”.
En este sentido, ha mostrado su apoyo a los alcaldes de su formación destacando su labor como “pilar de convivencia local” ante las actuales preocupaciones como la vivienda o la seguridad y ha criticado la falta de “apoyo real” por parte del Govern al que acusa de mirar hacia otro lado.
La advertencia de Junts provocó la respuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en Bruselas aseguró que el Ejecutivo estaba cumpliendo con todos los compromisos con el partido catalán que estaban en su mano. De hecho, Sánchez, al ser preguntado por una posible reunión con el líder nacionalista, contestó que se produciría: “Cuando toque”, dijo.
El viernes, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, recogía el testigo de Sánchez y reconocía que había que intensificar el diálogo con el partido catalán. Montero apeló al “diálogo, diálogo y más diálogo” para poder cumplir con los compromisos que aún quedan pendientes y que “dependen de terceros”: “Nuestra preocupación no es más que la de tratar de concitar los apoyos de Junts y de otros partidos para hacer que el país siga avanzando”.
El mismo viernes a mediodía se conocía la noticia de que España y Alemania comenzarían a negociar para reconocer que las lenguas cooficiales españolas en la Unión Europea. Alemania había sido hasta ahora el principal freno a esta iniciativa, considerada clave para evitar que Junts rompiese la legislatura.












Va a resultar que unos pequeños quisquillosos, ahitos de poder, se van a apoderar del barco, tomando el timón y surcando la mar a su antojo. Mientras la Nave (España) carece de un buen capitán. Vamos a rezar, por si acaso, no se vaya a encallar en algún arrecife
¿ Jaque mate ?