Junts, el socio de Sánchez que siempre amenaza pero nunca rompe
Ignacio Andrade.- Junts per Catalunya lleva años jugando al filo de la navaja con el Gobierno de Pedro Sánchez. Cada votación en el Congreso se presenta como el fin del mundo: amenazas, declaraciones solemnes, advertencias de ruptura. Pero al final, el desenlace es siempre el mismo: Junts vota con el Gobierno o se abstiene estratégicamente.
Esa teatralización permanente le permite mantener su perfil independentista ante sus bases, mientras conserva su influencia en Madrid. Es una política de doble cara: en Cataluña, Junts denuncia el “régimen del 78” y proclama su distancia con el PSOE; en el Congreso, se convierte en socio imprescindible de Sánchez, asegurando su supervivencia política.
La realidad es que Junts no puede —ni quiere— romper con el Gobierno. Cada vez que el partido de Puigdemont amenaza con “hacer caer” a Sánchez, se enfrenta al dilema de fondo: una ruptura real significaría perder poder, visibilidad y capacidad de negociación. La aritmética parlamentaria convierte a Junts en pieza clave, y esa posición de poder depende de mantener la cuerda tensa… pero sin romperla.
Por eso, las amenazas de ruptura se han convertido en parte del guion habitual. Junts necesita mostrarse intransigente ante sus votantes, pero sus actos en Madrid revelan lo contrario. Les ofrecemos algunos ejemplos:
Diciembre 2024 – Proposición de cuestión de confianza
En 9 de diciembre de 2024, Junts registró en el Congreso de los Diputados una iniciativa para que el presidente Sánchez se someta a una cuestión de confianza, como presión por los incumplimientos que atribuían al Gobierno.
Desde Junts se advertía que si no se atendían sus exigencias, “retiraríamos nuestro apoyo al Gobierno”.
A pesar de las amenazas, la cuestión de confianza no se tramitó de forma que provocara de facto una ruptura inmediata. El Gobierno continuó con el apoyo parlamentario necesario y Junts mantuvo su posición de respaldo (aunque tensionando).
Este episodio muestra cómo Junts eleva el tono —amenaza con ruptura— pero al final no rompe. Así, su capacidad de presión pierde credibilidad si la amenaza no va acompañada de actos concretos.
Agosto 2024 – Si detienen a Puigdemont, rompe el pacto
En 6 de agosto de 2024, el secretario general de Junts, Jordi Turull, declaró que si el expresidente catalán Carles Puigdemont era detenido en su regreso a Cataluña, Junts se replantearía el acuerdo que habilitó la investidura de Sánchez. En otras palabras: “Si detienen a Puigdemont y el PSOE no actúa, el pacto se rompe”.
Noviembre 2023 – Acuerdo de investidura y exigencias previas
En noviembre de 2023, Junts pactó con el PSOE el apoyo a la investidura de Sánchez, tras negociaciones centradas en la ley de amnistía, reconocimiento institucional de Cataluña y otros compromisos.
Pero al mismo tiempo, Junts planteó líneas rojas y advirtió que “apoyaríamos pero vigilaremos; si no se cumplen los compromisos, nos plantearemos la ruptura”.
Junts entregó su apoyo a la investidura, el acuerdo se firmó, y la legislatura arrancó con ellos dentro del bloque de apoyo al Gobierno. Nunca se ejecutó la amenaza de ruptura entonces.
4: Septiembre – Octubre 2025 – Ultimátum con fecha límite
En 26 de septiembre de 2025, Junts fijó el 21 de diciembre como fecha límite para decidir si mantenían el pacto con el PSOE.
En 7 de octubre de 2025, volvieron a amenazar con romper si el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) no apoyaba sus mociones sobre concierto económico, amnistía y conflicto catalán.
En 23 de octubre de 2025, Junts anunció que abriría una consulta a sus bases para ratificar una eventual ruptura con el PSOE.
A pesar de fijar plazos y movilizar a la militancia, hasta la fecha más reciente de la información, no se ha materializado una retirada formal de apoyo ni una ruptura efectiva. El Gobierno de Sánchez sigue en funciones y Junts no ha cambiado su posición en los hechos.
La diferencia entre lo que se proclama y lo que se ejecuta deteriora la imagen de consistente defensor de sus promesas que Junts pretende proyectar. Cuando un partido asegura que “romperá” con el Gobierno si no se cumplen unas condiciones y luego no lo hace, se producen al menos tres efectos negativos:
El primero es el desgaste interno del electorado. Votantes que confiaron en que Junts asumiría el coste de la ruptura (y quizá de unas elecciones anticipadas) pueden sentirse defraudados al ver que nada de eso ocurre.
Junts también sufre la pérdida de poder de negociación real. Si se sabe que la amenaza última no se cumple, la capacidad de presión pierde eficacia: el Gobierno puede dejar pasar los plazos con menor coste.
La contradicción frente al discurso ha sido otra de las constantes del partido de Puigdemont durante esta legislatura. Invocar constantemente la “plan B” de ruptura cuando en realidad se permanece en la mesa incrementa la disonancia entre discurso y acción.
Por ejemplo, cuando Junts advirtió que no apoyaría “una farsa” del Gobierno y que si no se entendía la agenda catalana “lo dejara correr”, parecía una afirmación decisiva. Pero posteriormente no hubo cambio de asiento ni votos retirados.
Otro caso: la propia Moncloa ironiza sobre los avisos de Junts: “ya ha sucedido más veces … ellos aprietan, amagan con romper, pero no lo hacen”.
En definitiva, Junts ha construido una identidad política basada en el chantaje simbólico. Amenaza con romper, pero nunca lo hace. Y mientras tanto, Pedro Sánchez sigue gobernando gracias a ese socio que presume de díscolo, pero que en realidad se ha convertido en el más previsible de todos.













La Politica no deja de ser un juego de trileros, en este caso quienes gobiernan en España se encuentran en Frankfor, en la sede del BCE, donde estan los dueños de las impresoras de Euros.
Vivimos de Deuda, asi que hay que hacer o dejar de hacer lo que se mande desde alli, en caso contrario no habria financiacion y no habria dinero para pagar pensiones, funcionarios,…y colapsaria el gobierno.
No se dejen marear con la politica, todo es mas sencilllo. observen “la Bestiia” en medio de Chemtrails para mas INRI.
Los independentista por muy bravos que se pongan no dejaran caer al corrupto
Las encuestas les son desfavorables y todo apuntá a que ganara el pp
Si es verdad lo que dice Feijoo y cumple a los independentistas se les acabo la rabieta
Por eso aguantan al corrupto hasta el final para ir pillando lo que pidan
Ahora si gana Feijoo esta obligado a cumplir lo que dice
Aun asi, ganando, ¿lo hará?. Recemos.