Canalla camino al infierno: Muere Jakes Esnal, uno de los autores del atentado en la casa cuartel de Zaragoza que causó la muerte de once personas, cinco de ellas niños
El 11 de diciembre de 1987, Zaragoza amaneció cubierta de polvo, fuego y llanto. A las seis de la mañana, una furgoneta cargada con más de 250 kilos de explosivos estalló frente a la Casa Cuartel de la Guardia Civil. Once personas fueron asesinadas, entre ellas cinco niñas. Aquel crimen, perpetrado por ETA, no fue un acto de guerra ni una reivindicación política: fue un atentado contra la humanidad, una agresión directa a la inocencia, a la convivencia y a los valores más elementales de una sociedad civilizada.
La magnitud del horror no se mide solo por el número de víctimas, sino por su significado. Aquella bomba buscaba sembrar el miedo, fracturar la convivencia y doblegar al Estado. No lo consiguió. Lo que logró fue unir a millones de ciudadanos en el rechazo más profundo a la barbarie, y reforzar la convicción de que ninguna causa justifica la violencia, ningún ideal se defiende con dinamita.
Desde una perspectiva moral, el atentado de Zaragoza representa el punto más bajo de una organización que convirtió el odio en método. El asesinato de niños no tiene explicación ni política ni ideológica: es la expresión última del fanatismo.
Hoy, más de tres décadas después, el recuerdo de Zaragoza sigue siendo una herida abierta y una advertencia. Porque cuando se olvida la barbarie, se abre la puerta a la indiferencia; y la indiferencia es el terreno fértil del fanatismo. Recordar a las víctimas no es un ejercicio del pasado: es un compromiso con el presente y con el futuro.
El atentado de Zaragoza fue un crimen contra todos los españoles. Condenarlo, una y otra vez, no es repetir la historia: es afirmar, con cada palabra, que nunca más habrá espacio en nuestra sociedad para quienes pretendan imponer el miedo sobre la vida. Acaba de morir uno de sus autores.
Muere a los 74 años Jakes Esnal, uno de los autores del atentado en la casa cuartel de Zaragoza
El histórico miembro de ETA Jakes Esnal, uno de los autores del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, ha fallecido a los 74 años en el País Vasco francés. Su muerte pone fin a la vida de uno de los miembros del llamado “comando Argala”, responsable del atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, uno de los más sangrientos de la historia de la banda terrorista.
El atentado fue planeado y ejecutado por el “comando Argala”, compuesto por ciudadanos franceses vinculados a ETA: Henri y Jean Parot, Frédéric Haramboure y Jacques Esnal. Según las investigaciones judiciales, la orden de llevar a cabo la acción provenía de la dirección de la organización, por parte de Josu Ternera. Los terroristas cruzaron la frontera, prepararon el coche bomba en Zaragoza y escaparon de regreso a Francia tras la detonación.
Jakes Esnal fue detenido años después de la matanza, en abril de 1994, en la localidad francesa de San Juan de Luz. La justicia gala lo condenó en 1997 a cadena perpetua por su participación en el atentado y por su implicación en otros crímenes vinculados a ETA. Cumplió su pena en la prisión de Lannemezan, una de las cárceles francesas que más miembros de la organización albergó durante las décadas de los ochenta y noventa.
En octubre de 2022, Esnal obtuvo la libertad condicional tras casi tres décadas de reclusión. Salió de prisión con una pulsera electrónica y bajo control judicial, una decisión que fue recibida con júbilo en sectores de la izquierda abertzale y con indignación entre las asociaciones de víctimas.
Según prensa vasca, Jakes Esnal recibirá su último adiós el próximo miércoles en San Juan de Luz. La capilla ardiente estará abierta desde el domingo por la mañana.
Reproche de las víctimas
La reacción por parte de miembros de la izquierda abertzale ha causado un profundo malestar en las asociaciones de víctimas. Desde Covite, han afeado los mensajes de agradecimiento de la formación francesa EH Bai al terrorista. “Está claro quienes son sus héroes: los ASESINOS de ETA”, inciden en esta asociación.
Igualmente, el presidente del PNV, Aitor Esteban, ha tildado este mensaje de “vergonzoso”: “EH Bai le da las gracias a Jakes Esnal. Y Sortu comparte. ¿De verdad? ¿Las gracias por qué?”, se pregunta en redes sociales.
“¿Dar las gracias a quien fuera condenado por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza? -vuelve a cuestionar-. Hori da Herriaren alde lan egitea? (¿Eso es trabajar por el pueblo?) Lotsagarria (vergonzoso)”, concluye.
,













Un cerdo menos en este mundo…
Pena de muerte para los terroristas y para los traficantes de drogas.
Un respeto a los nobles cerdos que lo trituren lo hagan picadillo hagan salchichas y se las,den a los etarras para que se las coman
Tienes toda la razón Tania, pido disculpas a la raza porcina.
En una sociedad sana, así sería. Añado también a pederastas.
Lastima que este cerdo, no estuviera subiendo una enfermedad grave postrado en un sillón, sufriendo día tras día meses y años sin remedio a la enfermedad, pero hasta los ogros como el tienen suerte murió con 74 años, ojala ande arrastrado por el infierno toda la eternidad.
O seam que no ha tenido suerte
Me hubiese encantado verlo arrastras para mearle encima. Porque la muerte como la de este monstruo fue una salvación para el.
¿ A que ·”salvación” se refiere Vd.?
Ahora este asesino, habrá empezado a pagar por todos y cada uno de los crímenes cometidos y de ese juicio – suplicio no le salva ningún leguleyo de izquierdas.
Que se pudra en el inframundo junto con sus secuaces y correligionarios.