Opinar es libertad
En una época en la que disentir se castiga y opinar libremente se convierte en un riesgo, la justicia ha recordado —al menos esta vez— que pensar distinto no es un delito.
El intento de criminalizar la palabra, de convertir el debate en odio y la diferencia en amenaza, ha encontrado un freno: el sentido común.
La libertad de expresión está siendo arrinconada por una nueva censura disfrazada de moral. Quien se aparta del discurso oficial es señalado, difamado o llevado ante un juez. Pero aún hay quienes no se arrodillan ante el pensamiento único ni ante el miedo, porque saben que la libertad se defiende ejerciéndola.
Hoy, Armando Robles ha ganado la batalla a la corriente, a lo políticamente correcto y al odio. Junto al Padre Calvo y al Padre Custodio, han sido absueltos del delito de odio simplemente por opinar. Así que podemos estar de enhorabuena, porque parece ser que la libertad de expresión sigue viva.
No se trata de justificar el insulto, sino de proteger el derecho a hablar sin miedo. De recordar que el progreso no se construye silenciando voces, sino escuchando todas.
La sociedad no puede avanzar mientras la autocensura se convierta en norma y la valentía en delito.
Hoy, más que nunca, hace falta recordar que sin libertad de expresión no hay democracia, y sin sentido común no hay justicia.












Opìnar es dar a conocer la consideración que nos merece un asunto. Y eso, es pensar, capacidad exclusiva del ser humano, que hoy se intenta secuestrar suplantándola por ese “pensamiento único”, que ya es tendencia para unos, mediante el buenismo..y. para otros que ante el temor de la cancelación, su elección es el silencio…de estos hay multitud… Sólo algunos espíritus valientes, conscientes de su obligación, que debería serlo de todos,”no sienten lo que dicen porque dicen lo que sienten”… Gracias al Sr. Robles, y a los Padres Custodio Ballester y Jesús Calvo. y reconocimiento al Tribunal que ha resuelto la… Leer más »