El adiós de Fernando Robleño
La cuadrilla del Búcaro.- El pasado domingo se retiró, cuajando un Garcigrande en Madrid, Fernando Robleño, un torero clásico y artista, con una larga carrera de fondo y tardes importantes, especialmente en Las Ventas, donde la espada le negó media docena de puertas grandes, que bien pudieran haber hecho cambiar el libro de ruta de una carrera de exigentes hierros torístas.
Robleño pudo salir ayer a hombros, una más, pero pinchó una rotunda, templada y muy sentida faena, con series relajadas y cadencioso ritmo, con gusto y torería, dejando su sello de artista, que triunfando con lo duro, demostró que se puede expresar a gran nivel con el otro, aunque solo le dejen el día de la despedida.
El adiós quedará para el recuerdo con letras de oro, aunque la tarde quedó eclipsada por la súbita retirada de Morante de la Puebla.
El genio decidió irse la misma tarde que Fernando Robleño, dos importantes toreros el mismo día, es una perdida artística que no nos podemos permitir, pero el toreo mira siempre para adelante, aunque la renovación siempre deje dudas.
Gracias Don Fernando Robleño, torero con letras mayúsculas y con una ejemplar trayectoria. Y de la marcha de Morante, que tenía que llegar tarde o temprano, ya escribiré otro rato.











