Una fundación de EEUU cercana a Trump denuncia que “el lobby terrorista islámico está detrás del juicio” al P. Custodio y Armando Robles: “España se rinde ante la Sharia”
Amy Mek / Rair Foundation USA (Reproducido). España se está preparando para hacer historia, por razones todas equivocadas. El 1 de octubre de 2025, el padre Custodio Ballester, sacerdote de la Archidiócesis de Barcelona, junto al periodista Armando Robles comparecieron ante la Audiencia Provincial de Málaga, acusados de cometer un llamado “crimen de odio” por criticar el Islam. Ahora se enfrentan a tres y cuatro años de prisión y un período de ocho años de inhabilitación para la enseñanza.
Si es declarado culpable, Ballester se convertiría en el primer sacerdote en la España moderna encarcelado simplemente por decir la verdad sobre el Islam, mientras que la misma ideología que esclavizó a sus antepasados durante siglos, que todavía persigue y asesina a los cristianos en todo el mundo, está protegida de las críticas de las autoridades españolas.
La verdad como crimen
El caso se remonta a 2017, cuando el padre Ballester participó en una mesa redonda televisada sobre La Ratonera (transmitida por Alerta Digital TV) junto con su compañero sacerdote Jesús Calvo y el periodista Armando Robles. Durante el programa, Ballester declaró lo que la historia misma registra: el Islam se extendió por la espada, no por la predicación pacífica, y muchas mezquitas en todo el mundo todavía piden la destrucción y el exterminio de los infieles. Por estos comentarios, fue acusado de “discurso de odio”.
Pero el llamado “crimen” de Ballester fue más allá de una sola aparición en televisión. En su artículo “El diálogo imposible con el Islam”, publicado en 2016, advirtió contra la peligrosa ilusión de que los cristianos pueden simplemente “dialogar” con una ideología que llama abiertamente a su subyugación. Citando directamente el Corán (Sura 9:29), recordó a los lectores el mandato del Islam: “Lucha contra aquellos a quienes se les ha dado la Escritura… hasta que, humillados, paguen el tributo directamente”.
En el artículo, Ballester desmanteló la falsa narrativa de la “coexistencia pacífica”, escribiendo: “El Islam no permite el diálogo. O crees, o eres un infiel que debe ser sometido de una forma u otra”. Contrastó al Salvador crucificado del cristianismo con Mahoma, quien “pasó toda su vida yendo de incursión en redada, sometiendo a sangre y fuego a quienes se le oponían”.
Ballester también señaló las realidades contemporáneas, recordando el atentado con coche bomba de 2011 contra una catedral copta en Alejandría que mató a 21 cristianos. Destacó cómo el papa Benedicto XVI condenó valientemente la masacre como un ataque a Dios y a la humanidad, mientras que los líderes del Islam desestimaron sus palabras como “interferencia”, exponiendo el sistema dhimmi que aún obliga a los cristianos en los países musulmanes a pagar el impuesto jizya o enfrentar la muerte.
Finalmente, recalcó la dura verdad: “Si uno continúa diciendo que ‘el Islam es una religión de paz’, solo crea confusión y perplejidad. El Islam de hoy y de siempre, con una mano promueve obras de caridad, mientras que con la otra se arma para aniquilar a todos aquellos que se niegan a reconocer a Alá y a Mahoma como el último y definitivo profeta”.
Es por estas palabras, citando los propios textos del Islam, recordando su sangrienta historia y defendiendo a los cristianos perseguidos, que Ballester ha sido arrastrado a los tribunales.
El lobby terrorista islámico detrás del juicio
La fuerza impulsora detrás de la acusación es el radical Musulmanes contra la Islamofobia (MCI), un grupo conocido por sus generosos subsidios y su apoyo a los regímenes terroristas islámicos, incluidos los talibanes. Su portavoz, Ibrahim Miguel Ángel Pérez, activista vinculado al partido Barcelona en Comú de Ada Colau, tiene un largo historial de hostilidad hacia el cristianismo.
En las redes sociales, ha declarado que el catolicismo es una “religión de mierda” y se ha burlado del sacramento de la confesión como nada más que una herramienta “para encubrir a los pedófilos”. Sin embargo, mientras que los líderes de MCI son libres de insultar al cristianismo sin consecuencias, el estado español está preparado para encarcelar a un sacerdote por exponer la propia historia de violencia del Islam.
Silencio de los obispos, traición a los fieles
El escándalo se ha profundizado por el silencio de la jerarquía católica de España. La Archidiócesis de Barcelona se ha negado a emitir ninguna defensa pública de Ballester, y la Conferencia Episcopal Española no ha hecho nada para unirse a su lado. Solo el cardenal Omella telefoneó en privado a Ballester para expresar su solidaridad personal. A los ojos de muchos fieles, este silencio equivale a una traición: los obispos que deberían defender públicamente a sus sacerdotes los abandonan a merced de un Estado hostil y de un lobby islámico militante.
Los cristianos se manifiestan en su defensa
Sin embargo, los cristianos comunes no han permanecido en silencio. El grupo Abogados Cristianos ha lanzado una petición en defensa de Ballester, reuniendo más de 27,000 firmas, mientras que otra petición católica está en camino de llegar a miles más. Magistrados prominentes se han unido a su lado, con Javier Borrego declarando en El Debate que “yo soy Custodio”, trazando paralelismos deliberados con el grito de “Je suis Charlie” después de la masacre islámica en París. Otros, como Joaquín Garza en La Iberia, han señalado la naturaleza kafkiana del proceso: un sacerdote con más de 25 años de ministerio está siendo perseguido por comentarios en un programa de televisión, mientras que los archivos de España están llenos de viles ataques contra el cristianismo que nunca han resultado en cargos.
Un sacerdote que se niega a inclinarse
Por su parte, Ballester permanece tranquilo, resuelto y no está dispuesto a retractarse de una sola palabra. “Hay que decir la verdad. ¿Hay un precio que pagar? Bueno, está bien”, dijo a los periodistas poco antes del juicio. Reconoce que los fiscales pretenden que su caso sirva como una advertencia para todos los cristianos: critique el Islam y será castigado. Pero se niega a inclinarse, declarando que la verdad no puede ser censurada.
El doble estándar: el Islam protegido, el cristianismo atacado
El doble rasero no podría ser más claro. Las propias escrituras del Islam denuncian a los cristianos como infieles y politeístas. La ley Sharia ha reducido a los cristianos a “dhimmis” de segunda clase durante siglos. Hoy, en todo el mundo musulmán, las iglesias son quemadas, los creyentes son secuestrados, violados y asesinados. Sin embargo, en España, la prioridad del Estado no es proteger a los cristianos del odio islámico, sino silenciar a los sacerdotes que se atreven a exponerlo.
Al-Andalus: la rendición de España al pasado
Los musulmanes enseñan abiertamente que todo el territorio una vez conquistado para el Islam pertenece al Islam para siempre. España, conocida en la memoria islámica como al-Andalus, no es vista como una nación cristiana soberana, sino como una tierra perdida temporalmente que algún día debe ser recuperada. Con más de 45 millones de musulmanes viviendo ahora en Europa, esta creencia no es una reliquia de la historia, sino un poderoso impulsor de la guerra cultural actual, una que la mayoría de los europeos siguen ciegos.
Al procesar a un sacerdote por advertir sobre el Islam, las autoridades españolas no solo están silenciando la verdad, sino que están traicionando la memoria misma de sus antepasados que lucharon y murieron en la Reconquista para defender a la cristiandad de la conquista islámica. En lugar de honrar ese sacrificio, los líderes de hoy hacen cumplir las leyes de blasfemia de la Sharia en suelo español, rindiéndose sin luchar.
Leyes sobre la blasfemia en Europa
Si el padre Ballester es condenado, España no castigará simplemente a un sacerdote, sino que demostrará que la nación ya se ha sometido a la Sharia. Una supuesta democracia occidental habrá criminalizado la defensa del cristianismo mientras protege al Islam de todas las críticas. El mensaje es inequívoco: criticar el Islam e ir a la cárcel; burlarse y blasfemar contra el cristianismo y cobrar subsidios gubernamentales. Esto no es “coexistencia”. Es la aplicación abierta de las leyes islámicas sobre la blasfemia en suelo europeo.
El juicio de Ballester es nada menos que un caso de prueba para la supervivencia de la libertad cristiana en España. Si cae, todos los sacerdotes, pastores y creyentes que se atrevan a decir la verdad sobre el Islam enfrentarán el mismo destino. Y al rendirse, España escupe en la memoria de sus antepasados que lucharon durante siglos en la Reconquista para expulsar el dominio islámico. Lo que derramaron su sangre para defender, los gobernantes de hoy lo están regalando sin resistencia.
Los cristianos deben unirse en defensa del Padre Ballester, no solo por su bien, sino por la supervivencia de la libertad religiosa, la protección de la cristiandad y la defensa de la verdad misma.
*Rair Foundation USA es una organización cristiana, próxima a Trump, cuya sede central está en Nueva York.












Esclarecedor artículo. Hay pocos resquicios, o ninguno, para ignorar la cuestión principal. La defensa de nuestro Credo, como Cristianos, debe ser sagrado y hasta ejemplar. Llegados a un punto en que la supervivencia como españoles y cristianos, es fundamental. incluso Vital.