TVE: ¿Televisión pública o propaganda del régimen?
Televisión Española (TVE), antaño referente de rigor y pluralidad, ha degenerado en un instrumento de propaganda al servicio del poder político. Lejos de ser un medio imparcial, se ha convertido en un altavoz del Gobierno, manipulando la información y distorsionando la realidad para moldear la opinión pública según sus intereses.
La cobertura de eventos internacionales, como la toma de posesión de Donald Trump, ejemplifica esta deriva ideológica. En lugar de ofrecer una retransmisión objetiva, los comentaristas de TVE se dedicaron a descalificar al expresidente estadounidense y a promover una narrativa sesgada, evidenciando un claro alineamiento con la administración Biden. Es más, algunos espectadores se vieron obligados a sintonizar cadenas extranjeras para evitar la manipulación descarada de la cadena pública
Internamente, la situación es aún más alarmante. El presidente de RTVE, José Pablo López, ha desestimado las críticas y defendido programas como Mañaneros 360 y Malas Lenguas, a pesar de las denuncias del Consejo de Informativos por su evidente sesgo ideológico. En lugar de garantizar la imparcialidad, López ha optado por renovar estos espacios, consolidando así la politización de la cadena pública
Además, TVE ha sucumbido a la corrección política extrema, promoviendo contenidos que desafían la biología y la ciencia. La difusión de teorías como que “los hombres pueden amamantar” no solo carece de base científica, sino que también refleja una agenda ideológica que prioriza la ideología sobre la realidad
Esta deriva ideológica no es un accidente aislado, sino una estrategia deliberada para controlar el discurso público y suprimir voces disidentes. La televisión pública, financiada con los impuestos de todos los ciudadanos, se ha convertido en un aparato de propaganda al servicio de un régimen que manipula la información para perpetuar su poder.
Es imperativo que los ciudadanos exijan una televisión pública que respete los principios de imparcialidad, pluralidad y rigor informativo. TVE debe recuperar su función original: ser un medio al servicio de todos, no de unos pocos.











