Borja Jiménez y un toreo que triunfa entre figuras en Logroño
Continuó Borja Jiménez en Logroño una temporada con números de figura en tarde que llevó su nombre y su apellido. El de Espartinas dejó dos faenas de buen toreo por diferentes caminos para salir en hombros tras aprovechar el mejor lote de una desigual corrida de Garcigrande. Una faena de exposición y otra de entrega de Morante de la Puebla con el peor lote, mientras que Talavante dejó una notable con un lote que se quedó en el aprobado.
Fue en el sexto cuando Borja Jiménez cortó las dos orejas, aunque ya había dejado argumentos sólidos para ese triunfo frente al tercero. Dos registros que llegaron por igual al público. De mayor rotundidad y fuerza la premiada. De superior estética la del tercero. Pero la tarde llevó su nombre de un torero con datos de figura y con bastiones en el sur, centro y norte de la península. Logroño, su nueva conquista. El de Espartinas cuajó a sus dos toros a la verónica y al natural. De compás más abierto fue la del sexto, un toro que tuvo entrega y fondo en la muleta. Tras un vibrante inicio por pases cambiados por la espalda, la muleta de Borja Jiménez tuvo autoridad y un toreo de mucho poder. Como la espada fue certera las dos orejas fueron unánimes.
Vino ese triunfo a completar una tarde que llevó su nombre y apellid o. De categoría embistió el tercero, aunque tuvo el defecto de perder las manos a partir del tercer muletazo cuando se le ligaba en el sitio. Mejor siempre en la media distancia y superior cuando se le dejaba un espacio entre muletazo y muletazo. Borja Jiménez sacó una versión más estética de su toreo: vertical, jugando con la cintura… El toreo al natural fue muy caro dentro de una faena de mucho lujo por el trato y sutileza empleados. Sin embargo, el triunfo se esfumó con la espada.
Levantó la tarde de Morante de la Puebla pasiones diversas en el pueblo no por lo que vieron, sino por lo que dejaron de ver. Y no porque no hubiera cosas, sino porque requerían de una percepción difícil de encontrar en el público general. Y, para ello, existe el análisis. Fue el lote del sevillano el más deslucido, por manso, de la corrida. Inédito con el capote, dejó Morante una faena de mérito al primero y otra de entrega al cuarto. Sin franqueza alguna el abre plaza, expuso Morante de manera sobrenatural antes del embroque, que era el momento clave en cada arrancada. Dos series al natural tuvieron mucha mayor importancia que la cosechada en los tendidos, antes de que el toro renunciara a cualquier embestida.
Había agoreros en el público pendiente del reloj por lo breve que podía ser la faena al cuarto vista la condición del astado en los primeros tercios. Sin embargo, un inicio por ayudados barriendo el lomo de Morante hizo que no se salieran con la suya. También dos series en el sitio perfecto para recoger la embestida y darla celo. Cuando Morante ya estaba asentado en el cite y entregado en el muletazo, el toro lo arrolló tras un pitonazo en el muslo derecho. Afortunadamente, el pitón no encontró carne. El destrozo, por el aplomo del diestro, hubiera sido grande. Tras hacer presa, el toro se vino abajo. Un par de naturales con el toro al paso dieron el gusto a aquellos que disfrutaron de la faena porque tuvieron los conocimientos para leer los dos toros de Morante de la Puebla.
Fue el lote de Alejandro Talavante el intermedio. Con uno bueno y otro de calidad regañada con la fuerza. Fue frente al primero -segundo de la tarde- cuando Alejandro Talavante destacó bajo el prisma de la ligazón. El de Garcigrande, de ritmo irregular, sí que tuvo la capacidad de reducirse y embestir con el pitón de dentro cuando Talavante lo exigió por el pitón derecho. Por el izquierdo, el acople fue otro dentro de una faena notable a la que por momentos el eco en los tendidos estuvo unido a la reunión del diestro. Un pinchazo antes de una estocada suelta frenó la posible petición de oreja. El quinto fue más ‘cómodo’ para estar delante que emocionante para el público y la faena de largo metraje nunca llegó al tendido, que pidió que abreviara cuando ya el astado ya no quiso y no existía un argumento de peso para seguir estando delante. Sin embargo, todavía quedaba el sexto y Borja Jiménez para el cierre triunfal de Logroño.
Ficha del Festejo:
Hierro de Garcigrande – Plaza de toros de Logroño La Rioja – Último festejo de la Feria de San Mateo 2025. Más de tres cuartos de entrada. Toros de Garcigrande, bien presentados, de buenas hechuras y de desigual juego. Destacaron el tercero y el sexto. Bueno también el segundo. Con calidad, aunque muy flojo, fue el quinto. Los más deslucidos, por mansos, fueron el primero y el cuarto.
• MORANTE DE LA PUEBLA, silencio y palmas tras aviso
• ALEJANDRO TALAVANTE, silencio y silencio
• BORJA JIMÉNEZ, silencio y dos orejas











