ERP para el sector energético: eficiencia y control en un mercado en transformación
En muy pocos años, el sector energético se ha tenido que enfrentar a grandes cambios. Después de décadas sin sufrir transformaciones, ahora tiene que integrar las energías renovables, hacer la descarbonización y satisfacer la demanda de digitalización.
Aquí un sistema erp energía es una de las piezas claves para responder a esos retos, actuando a modo de un eje vertebrador de todas las operaciones en una única plataforma.
La importancia de la integración en un sector crítico
Como pudimos ver el pasado mes de abril, cuando sufrimos el apagón en España, el sector de la energía tiene unos márgenes de error muy estrechos.
Un fallo de gestión no solo puede dar al traste con la rentabilidad de la empresa, sino que afecta al suministro de miles de clientes. Por eso, la integración de procesos que ofrece un ERP tiene tanto valor.
Gracias a que todos los departamentos de la empresa trabajan con la misma información:
- Se eliminan las duplicidades.
- Reducen los errores humanos.
- Los tiempos de respuesta son menores.
- Permiten que las diferentes áreas de una empresa actúen de manera coordinada, pues están viendo los mismos datos en tiempo real.
- Hay una mejora de la eficiencia.
Funciones clave para la gestión energética
Cuando hablamos del sector energético, los ERP adquieren una dimensión diferente. Las empresas de energía suelen trabajar con infraestructuras que son críticas, como son los parques eólicos o las plantas de generación.
Requieren de un control continuo, por lo que un ERP ayuda a programar tanto los mantenimientos preventivos, como los predictivos. Estos se adelantan a las averías, evitando así las paradas no planificadas.
Por supuesto, el aspecto financiero y el de la facturación son cruciales. Todos sabemos que el mercado energético tiene tarifas muy complejas, con contratos diferentes y que siempre se basan en una regulación muy estricta.
De esta manera, un ERP especializado en este sector consigue que la facturación sea precisa y sin fallos. También controla el alta, las bajas de los clientes y resuelve todas sus incidencias desde un entorno único.
Ventajas competitivas en un mercado que no para de evolucionar
Los ERP no se implantan en una empresa energética para probar cómo son, sino que se adoptan porque ahora mismo aportan una ventaja competitiva.
Aunque en un principio su implementación puede ser algo compleja, lo cierto es que a medio plazo mejora la eficiencia operativa y reduce costes.
También incrementa la fiabilidad del suministro, ya que es capaz de anticipar las incidencias gracias a sus herramientas de análisis. Eso ayuda a mejorar la imagen de la empresa, puesto que los clientes ven que la atención es ágil y que el servicio es fiable.
Estos sistemas suelen ser escalables, de manera que crecen si la compañía lo hace. Así, pueden incorporar nuevas líneas de negocio que tienen que ver con la energía, como las renovables u los proyectos de autoconsumo.
Entre sus beneficios, no hay que olvidar que los ERP ayudan a cumplir con todas las leyes que afectan al sector, algo que no es sencillo cuando hablamos de un entorno regulatorio que cambia con frecuencia.












