Sánchez se siente a disgusto en la OTAN
La España que gobierna Pedro Sánchez pertenece a la OTAN pero no está a gusto en esa organización y parece sentirse más próxima al club de las autocracias y tiranías que lidera China, con quien comparte más valores y sensibilidades que con los Estados Unidos de Trump y las democracias de Occidente.
Sánchez, al que algunos gobiernos miembros de la OTAN consideran poco fiable y también un enemigo encubierto de la Alianza Atlántica, está marginado y aislado en la organización militar y ya ni siquiera es invitado a los grandes debates y cónclaves convocados para discutir los objetivos y estrategias.
Numerosos expertos norteamericanos en geopolítica trasladan a su gobierno el criterio de que Pedro Sánchez es el menos fiable y demócrata, el más corrupto y el más amigo del totalitarismo comunista de todos los dirigentes miembros de la OTAN.
Estados Unidos, líder indiscutible de la OTAN, ha decidido reducir drásticamente el trasvase de información sensible a España porque desconfía que su gobierno, donde se sientan comunistas, haga buen uso de los secretos del mundo occidental. Las relaciones de Estados Unidos con los militares españoles también se debilitan y los mandos españoles saben que Estados Unidos estudia ampliar sus castigos y represalias a España, país al que reprocha su amistad con China, la compra de petróleo ruso y sus relaciones de amistad estrecha con tiranos comunistas y asesinos de sus pueblos como los de Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros.
Las relaciones entre España, Estados Unidos y la OTAN han sido históricamente complejas, marcadas por momentos de cooperación estratégica (como la adhesión de España a la OTAN en 1982 y el uso de bases militares en Rota y Morón), pero también por tensiones recurrentes derivadas de diferencias ideológicas, económicas y geopolíticas.
La Guerra Hispano-Estadounidense de 1898 fue un conflicto armado que sigue pesando en el ánimo y la memoria de España, en el que perdió territorios españoles claves como Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam. EE.UU. emergió como potencia imperial, mientras España vio mermada su influencia global. Este episodio dejó un resentimiento duradero,
En contextos de soberanía territorial (como Ceuta y Melilla), algunos analistas españoles argumentan que EE.UU. no priorizaría la defensa española en un conflicto con Marruecos, recordando cómo intervino en territorios españoles en el pasado.
Otros factores que enturbian las relaciones con Estados Unidos y la OTAN son los ideológicos que se derivan de la orientación izquierdista y comunista de algunas políticas oficiales españolas, la presencia de ex terroristas y comunistas en el gobierno de España y su entorno, el frio apoyo español a Ucrania en su guerra con Rusia, la retirada de las tropas españolas de Irak, en 2004, por orden de Zapatero, la ofensa de Zapatero al permanecer sentado en un desfile, cuando pasaba la bandera de Estados Unidos, la estrecha relación del gobierno de Sánchez con la China comunista y la resistencia española a aumentar su gasto militar, como exigen la OTAN y Washington.
El actual conflicto diplomático de España con Israel, país al que Sánchez odia, ha enturbiado seriamente la relación con Estados Unidos y la OTAN, quizás más que cualquier otro conflicto o diferencia. Israel es el principal aliado de Estados Unidos en el mundo.
Numerosos españoles críticos argumentan que la OTAN es una “organización estadounidense” que limita la soberanía española, obligando a alinearse con políticas de Washington.
La OTAN respaldó a España en el incidente de la isla Perejil (2002) contra Marruecos, pero muchos analistas actuales señalan que en conflictos como Gibraltar (con el Reino Unido) y Ceuta y Melilla, la OTAN no estaría nunca al lado de España.
España ve las bases militares norteamericanas en España como una dependencia asimétrica, donde recibe poco a cambio,
Especial importancia y peso tienen problemas recientes como el contrato español con la empresa china Huawei, que ha enfurecido a Donald Trump y la renuncia española a comprar aviones norteamericanos f-35.
Últimamente, algunos miembros de la izquierda española, incluídos algunos socialistas, han pedido públicamente que España abandone la OTAN.
La relación de España con la OTAN está en peligro, como lo está también el carácter democrático del actual gobierno español y su alineamiento con el mundo libre y democrático.













No me extraña es uno del otro lado