Pedro Sánchez: el arquitecto del frentismo y un cáncer para la convivencia que debe ser extirpado
AR.- Es un día muy triste para España, más allá de la imagen que estamos proyectando al mundo. Se trata de la constatación de estar siendo gobernados por una persona con actitudes psicopáticas, amoral y sin escrúpulos, que alienta y ampara protestas ilegales y violentas para opacar sus escándalos internos. Tras la intifada de ayer en las calles de Madrid, ¿qué será lo próximo? ¿Ordenar detener a disidentes y líderes de la oposición? Sin el muro de contención de la UE, esto ya sería Venezuela.
Pedro Sánchez ha convertido la política española en un lodazal de trincheras. No gobierna, confronta. No une, divide. No busca consensos, los dinamita. Su manual es claro: levantar muros entre españoles, agitar banderas de confrontación y presentarse como el único salvador frente a enemigos inventados.
Ya sabemos que Sánchez está dispuesto a todo para conservar el poder. Él ha sido el principal pirómano que incendió ayer las calles de Madrid y no dudaría en incendiar las de toda España si eso le garantizara seguir en la Moncloa. El problema de la democracia española es que carece de contrapesos institucionales para detener a este sujeto.
El frentismo de este embustero patológico no es un error, es su estrategia. Sánchez sabe que cuanto más polarizado esté el país, más fácil le resulta mantenerse en el poder. Ha hecho de la crispación una herramienta de marketing político y de la mentira su recurso cotidiano. Todo vale con tal de conservar la Moncloa.
Bajo su mandato, España vive en una tensión constante, en una política convertida en guerra de bloques. Y lo peor es que ese clima no es un accidente, sino la consecuencia directa de su forma de hacer política. Pedro Sánchez ha demostrado que prefiere un país roto pero gobernado por él, antes que un país unido con otro al mando.
El daño es inmenso. Ha inoculado la desconfianza, la rabia y el enfrentamiento en la vida pública. Ha sembrado un terreno en el que resulta casi imposible el acuerdo, porque lo suyo no es dialogar, es imponer. El consenso es para Sánchez un obstáculo, no un objetivo.
Sánchez se presenta como adalid de la democracia, pero la pervierte reduciéndola a una lucha tribal. Ha elevado la táctica por encima de la visión, la supervivencia personal por encima del bien común. En vez de buscar la unión de los españoles, ha encontrado en la división su mejor refugio.
España merece un líder que mire más allá de su interés personal. Pero lo que tenemos es un presidente atrapado en su narcisismo, dispuesto a incendiar la convivencia con tal de no irse. El frentismo de Sánchez no solo degrada la política, degrada también la democracia misma. Y ese será su legado: un país más dividido, más cansado y más vulnerable.
Pedro Sánchez no gobierna, resiste a costa de lo que sea. Ha hecho del frentismo guerracivilista no una circunstancia ocasional, sino la base de su estrategia de poder. Y lo peor es que lo practica con plena consciencia: sabe que dividir a los españoles le garantiza un terreno en el que siempre puede presentarse como el “único muro” frente al adversario.
Su carrera política es la prueba. Pacta con quienes niegan la unidad nacional, desprecia a la oposición como si fuera un enemigo ilegítimo y degrada instituciones que deberían estar por encima del juego partidista. El resultado es un clima enrarecido, donde los acuerdos de Estado se vuelven imposibles porque el propio presidente ha borrado la noción de adversario político y la ha sustituido por la de enemigo absoluto.
Su legado, por tanto, será el de la fractura. Un país más enfrentado, más cansado y menos confiado en su democracia. Porque el frentismo de Sánchez no es solo un estilo político: es un veneno que erosiona el futuro de la nación, y por consiguiente, un cáncer para la convivencia que debe ser extirpado.












Copio y pego un comentario de un forista que he encontrado por ahí: “estáis equivocados. Se puede estar en contra de la respuesta de Israel y de vuestra forma terrorista de protestar. Dónde ponéis el límite de la protesta los sanchistas, boicotear una prueba deportiva y 22 policías está bien o secuestramos un autobús escolar o ponemos una bomba en una comisaría de policía. Con Sánchez ya nada está claro. Sánchez, igual que vosotros, ha estado en agosto en la playa sin decir ni mu de los gazatíes que estaban muriendo, así que no me cuentes historias sobre lo compungidos… Leer más »
Que esto que ha pasado es una declaración de guerra de baja o alta intensidad – ya se verá – de Xansex a España, chavales. Llamemos las cosas por su nombre. Lo que no podemos es entrar al trapo y responder con violencia. Es trabajo judicial y policial. Necesitamos al sátrapa, su famiglia y adláteres en el banquillo. Y al psoe también. Están desesperados por ocultar toda la basura. Es el momento de la Justicia. Acompañemos a la Justicia. Sánchez promueve violencia para poder perpetuarse. Ya se vivió esto en Venezuela. Hay que movilizarse en las calles sin violencia como… Leer más »
Es una psicopata, pero no solo el sino casi todos los politicos del mundo. Como podria ser si no si son simples actores obedeciendo a las elites ? De verdad alguien cree que un politico solo cobra un humilde salario pagado con nuestros impuestos ? Los politicos llegan a ser politicos porque cobran una millonada de las elites que son en realidad para quienes trabajan y lo demas es un teatro que muchos aun creen que es realidad.
El fundador del PSOE, Paulino de la Iglesia tenía las manos manchadas de sangre por pedir el “atentado personal”, que unos días después se cumplió aunque la señalada víctima fue herido de tres balazos Francisco Largo que preparó y lanzó la Guerra Civil 1934-1939, estaba bañado en sangre. Mi muy antiguo vecino Juan Negrín López, que era putero, comilón y comodón, tuvo la jeta en enero de 1939 de ” declarar el estado de guerra en todo el territorio de la República”. Felipe González “Pinocho” y sus GAL, que asesinaron por lo menos a un inocente, Segundo Marey. El Mentiroso… Leer más »
Pido perdón por lo escrito de Segundo Marey, que fue secuestrado en 1983 durante 10 días por los GAL sabiendo que habían cometido un error; pero no fue asesinado. Murió en el 2001
Lo raro -y en política nada ocurre por casualidad- es que con docenas de Instituciones estatales e internacionales velando por la pureza democrática, se permita a estos psicópatas que obedecen a la masonería, trastocar todas las leyes y saltárselas sin consecuencia alguna. Ni la jefatura del estado, ni la judicatura, ni los arrollados eclesiásticos, ni las fuerzas de seguridad, ni el pueblo, estamos haciendo nada para poner en su lugar a estos ladrones y delincuentes.