La Administración Trump acusa a España de «alentar a terroristas» con las medidas de Sánchez a favor de Hamás y contra Israel
La Administración Trump ha redoblado la presión contra el régimen «narcoterrorista» de Nicolás Maduro y ha puesto también el foco en los países «comprensivos» con la dictadura bolivariana. Entre ellos, España, cuyas directrices internacionales generan «perplejidad» tanto en el Departamento de Estado como en el propio Despacho Oval.
Washington ha decidido monitorizar las actividades de lobby del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Caracas, un movimiento que, según fuentes diplomáticas, busca esclarecer hasta qué punto el exjefe del Ejecutivo español ha contribuido a legitimar a Maduro en el plano internacional. Pero el alcance de esta estrategia va más allá: se trata de ejercer presión sobre la política exterior de Pedro Sánchez, en la que Zapatero mantiene influencia directa.
El malestar norteamericano se extiende también al giro asiático de Sánchez, a la posición del Gobierno español contra Israel y a la resistencia a cumplir con los compromisos de gasto en Defensa de la OTAN.
La advertencia podría tener consecuencias directas para compañías con intereses estratégicos en Estados Unidos y América: Indra, Navantia, Repsol y Telefónica figuran entre las señaladas. La Casa Blanca contempla endurecer su acción exterior para trasladar a Moncloa su disconformidad y forzar un «golpe de timón» en las relaciones bilaterales.
En el plano militar, la tensión se suma al desafío de Sánchez en la última cumbre de la OTAN, cuando rechazó el objetivo de Trump de elevar el gasto en Defensa al 5%. Poco después, el Gobierno descartó la compra de cazas F-35, dejando a la Armada sin relevo aéreo para el Juan Carlos I.
Pero la verdadera fractura proviene de los contratos clave adjudicados a Huawei, pese a la insistencia de Washington en cortar lazos con Pekín. Fuentes de seguridad alertan de que esta decisión puede poner en duda la colaboración bilateral y dejar a España «gravemente aislada» si se resiente la cooperación en materia de terrorismo internacional y seguridad en Oriente Medio.
Estados Unidos sigue manteniendo la gestión en las bases de Rota y Morón de la Frontera, aunque no faltan voces que plantean trasladar efectivos a Marruecos, opción que hoy resulta improbable por motivos logísticos y estratégicos.
El Gobierno de Sánchez admite la posibilidad de un choque frontal con Washington. Tanto el presidente como el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, trabajan en planes de contingencia por si la crisis bilateral golpea el comercio o la seguridad. Albares ha defendido la necesidad de ampliar la red de socios comerciales «ante posibles estrategias de coerción económica», mientras Sánchez llegó a cargar en The Guardian contra Trump: «El principal artífice del orden internacional ahora está debilitando este orden internacional».
Con esta postura, Moncloa anticipa un enfrentamiento abierto con la Administración Trump. Y lo hace con un mensaje claro: los vínculos con Venezuela y China seguirán firmes —si no se refuerzan— pese a las advertencias directas de Washington.












Somos unos simples peleles de unos y de otros, al interés de unos pocos y en detrimento de todos los españoles, que contamos ya menos que los habitantes de Togo o Nigeria para sus gobernantes respectivos. esa altura estamos y así nos dejaron después del gobierno del Generalísimo.
Y vosotros de masonería anti judaísmo echándole la culpa a otros siempre. No se quien es, peor. Como amante de todo el Franquismo, que es un protocolo de vida y éxito, en esencia, Carrero Blanco, que fue quien le aconsejo no apoyar a Hitler, lidero el milagro Español, con los Católicos Liberales (LIBERALES EN LO ECONOMICO) era de Santander el Almirante lleve una distribución de grúas de allí, conocí a su familia, católicos con huevos, pero no meapilas. No lo mataron los americanos, lo mato la complicidad de Arias Navarro su entorno que, estaba vendiendo la piel de España, a… Leer más »