Hamas: El yugo de la violencia y la traición a su propio pueblo
Hamas no es una organización de resistencia legítima, sino una maquinaria de terror que lleva décadas hipotecando el futuro de los palestinos y sembrando muerte en la región. Nacido en los años 80 con el pretexto de defender la causa palestina, Hamas ha demostrado ser, en realidad, un enemigo tanto de Israel como de los propios palestinos.
Terrorismo como identidad
Hamas se ha ganado su lugar en la historia por los atentados suicidas, los cohetes indiscriminados y las masacres contra civiles inocentes. No se trata de defensa ni de resistencia: es terrorismo puro y duro. Cada misil lanzado desde Gaza contra una ciudad israelí es un crimen de guerra, un acto deliberado de barbarie contra familias que solo quieren vivir en paz.
Un verdugo interno
Pero lo más doloroso es el precio que paga el propio pueblo palestino bajo el yugo de Hamas. En Gaza gobierna con puño de hierro, aplastando cualquier disidencia, reprimiendo a la oposición y utilizando a los civiles como escudos humanos. Los hospitales, las escuelas y las viviendas se convierten en arsenales y trincheras, y los gazatíes quedan atrapados entre la represión interna y la respuesta militar israelí.
Corrupción y fanatismo
Lejos de ser un movimiento que busque la prosperidad de Palestina, Hamas administra la Franja como un feudo personal, desviando fondos de ayuda humanitaria para enriquecer a sus líderes y financiar su maquinaria bélica.
Mientras los ciudadanos viven en la miseria, los jerarcas disfrutan de lujos en el extranjero. Además, su ideología islamista radical no busca la convivencia ni la paz, sino la destrucción del otro, aunque eso implique sacrificar a su propia gente.
El obstáculo para la paz
Cada vez que surge una oportunidad de diálogo, Hamas la dinamita con ataques y atentados. Su existencia misma es el mayor obstáculo para una solución política justa y duradera. La tragedia es que mientras Hamas siga dominando Gaza, el sufrimiento de los palestinos continuará y la posibilidad de una paz real se alejará.
Hamas no representa la esperanza palestina, sino su tragedia. Es una organización criminal que se alimenta de la guerra, que desprecia la vida y que traiciona a su propio pueblo.











