La cuadrilla del Búcaro.- Seria y cuajada novillada de Saltillo en Villaseca. Muy dura y peligrosa la cardenada sevillana, desrazada, sin fondo ni virtudes demostrables. Hacía años que no veía algo igual. En tiempos decían que estas las matara el tren. Un terrible examen para la terna que cumplió con vergüenza torera.

Miguel Serrano estuvo voluntarioso y entregado ante un Saltillo imposible que se hizo el amo desde que salió al ruedo. Le robó algún muletazo estimable pero acabó devorado por la bestia al escuchar los tres avisos. En el cuarto, menos complicado, el toledano demostró firmeza y algunas tandas de mérito. Dio la cara Serrano.

Mariscal Ruiz, con más oficio y lote con alguna mínima opción, intentó torear a sus novillos como si fueran buenos, con temple y suave trazo. Robó lo que pudo, series sueltas de prometedora condición, pero aquello no podía ir a más. Mató con decoro al segundo. Interesante el novillero de la saga sevillana.

Emilio Osornio quedó inédito con un lote desesperante, con terrible voltereta en el tercero como nota destacable, y porfía estéril con el manso a la fuga sexto. Tuvo ánimo y entereza el mexicano.

Las cuadrillas brillaron a gran altura, en tarde muy complicada y de gran riesgo, destacando un día más un Iván García cumbre.

Unos, con mucha verdad y valor matan estas, y otros hacen carrera con las paellas mixtas. Los caminos del toreo…