Un mes de agosto terrible ¿Dónde está el dinero de España?
Agosto de 2025 ha sido un mes terrible para España porque todas sus miserias, carencias y dramas han salido a la luz y golpeado a la nación.
El gobierno, fracasado, torpe e impotente, ha tenido que esconderse mientras ardían los bosque y los ciudadanos sentían asco del poder político. Las vacaciones de Pedro Sánchez en un palacio de la isla de Lanzarote, mientras España ardía y sufría, han causado indignación y escándalo.
No funcionan los trenes, no se mantienen las carreteras, no llegan las ayudas a los damnificados, la sanidad y la educación retroceden… ¿A dónde va el dinero de los impuestos más altos de la Historia de España? ¿Tanto se está robando? ¿En qué se emplean los abundantes fondos europeos?
Millones de españoles sospechan que se está robando a manos llenas y que parte del dinero que no se ve está en paraísos fiscales, en cuentas opacas de políticos intensamente ricos.
Nunca ha habido más riqueza teórica en España, desde los tiempos de Carlos V y Felipe II, cuando llegaban los galeones de América. Pero entonces el dinero construía palacios, catedrales, universidades y edificios públicos, mientras que ahora el dinero parece esfumarse y ni siquiera se construyen viviendas sociales, ni se invierte en obras e infraestructuras, ni se mantiene lo que existe.
Los damnificados por el volcán de Canarias siguen viviendo en barracones y los de la DANA de Valencia no ven las ayudas prometidas, a pesar de que los cien millones de turistas dejan chorros de dinero y de que los impuestos que cobra el gobierno son saqueadores y brutales.
El drama es grave porque no se ve una salida en el horizonte. El fracaso no es únicamente de los socialistas porque las autonomías gobernadas por el PP no van mucho mejor. La infección corrupta es dramática.
La política española se ha transformado en un putiferio infectado de chorizos y sinvergüenzas. Todos cobran y colocan a familiares y amigos, que también cobran, y se apoyan en chiringuitos y medios, que también cobran… pero, cuando hay problemas, nadie es responsable de nada y ningún inepto o chorizo dimite.
La gente cree que los políticos están robando y usan como pruebas el portentoso incremento del patrimonio de muchos de ellos, desde Zapatero al matrimonio Sánchez, sin olvidar a los multimillonarios de la política: José Bono, Pepiño Blanco, Ábalos, Pablo Iglesias y otros muchos.
Una parte importante de la sociedad española está tan indignada y asqueada con el sucio comportamiento de los gobernantes que está dispuesta a rebelarse y a lanzarse al boicot o a la huelga general. Pero ningún partido apoya la rebelión, ni apuesta por la regeneración profunda.
Se sigue asustando al pueblo con una próxima bajada de las pensiones, pero se gasta cada día más en mantener y atraer a menores inmigrantes e ilegales sin ética ni valores, muchos de ellos delincuentes, y en repartir subvenciones por todo el mundo, casi siempre con arbitrariedad y fines ideológicos.
Los bosques españoles han ardido como nunca antes porque el gobierno no ha invertido en limpieza ni prevención. Operarse en un hospital público requiere meses de espera y muchos mueren esperando.
El fracaso del gobierno es un escándalo bañado en ineptitud, despilfarro, burocracia inútil, cataratas de mentiras, promesas incumplidas y corrupción galopante.
Hace siglos que España no estaba tan mal gobernada.











